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jueves, 23 de noviembre de 2017

La fenomenología del Espíritu Santo


LA FENOMENOLOGÍA DEL ESPÍRITU SANTO
LA VERDAD COMO REVELACIÓN DEL SER
PRIMERA ORACION DE ZARATUSTRA
Zaratustra volvió a continuación a las montañas y a la soledad de su caverna y se apartó de los hombres: aguardando como un sembrador que ha lanzado su semilla. Mas su alma se llenó de impaciencia y de deseos de aquellos a quienes amaba: pues aún tenía muchas cosas que darles. Esto es, en efecto, lo más difícil, el cerrar por amor la mano abierta y el conservar el pudor al hacer regalos Así transcurrieron para el solitario  meses y años; mas su sabiduría crecía y le causaba dolores por su abundancia. Una mañana se despertó antes de la aurora, estuvo meditando largo tiempo en su lecho y dijo por fin a su corazón: «¿De qué me he asustado tanto en mis sueños, que me he despertado? ¿No se acercó a mí un niño que llevaba un espejo? “Oh Zaratustra - me dijo el niño -, ¡mírate en el espejo!” Y al mirar yo al espejo lancé un grito, y mi corazón quedó aterrado: pues no era a mí a quien veía en él, sino el rostro de una tortuga que empezó a hablarme.
Tortuga eterna=PARECE que, en una vida filosófica como la tuya Zaratustra, no sólo resulta superfluo, sino que es, incluso, en razón a la naturaleza misma de tu existencia, inadecuado y contraproducente,   una explicación acerca de la finalidad que  el Creador se propone en ella y acerca de sus motivos y de las relaciones que entiende que su revelación  guarda con otros  existencias anteriores o coetáneos en torno a la misma finalidad.

Zaratustra= ¡Mi doctrina está en peligro, la cizaña quiere llamarse trigo
Tortuga eterna=En efecto, lo que sería oportuno decirle a tu conciencia acerca de tu vida filosófica -algo así como una indicación histórica con respecto a la tendencia y al punto de vista, al contenido general y a los resultados, un conjunto de afirmaciones y aseveraciones sueltas y dispersas acerca de la verdad- no puede ser valedero en cuanto al modo y la manera en que la verdad  de una vida filosófica debe revelarse. Además, por existir la vida filosófica, esencialmente, en la trasformación del Unicornio, que lleva dentro de sí lo particular, suscita más que otras vidas cualquiera la apariencia de que en el fin o en los resultados últimos se expresa el ser mismo, e incluso se expresa en su esencia perfecta, frente a lo cual el desarrollo parece representar, propiamente, lo no esencial.  Cuando arraiga la opinión del antagonismo entre lo verdadero y lo falso, dicha opinión suele esperar también, ante una vida filosófica dado, o el asentimiento o la contradicción, viendo en cualquier declaración ante dicho sistema solamente lo uno o lo otro. No concibe la diversidad de los vidas filosóficas como el desarrollo progresivo de la verdad en la revelación del ser, sino que sólo ve en la diversidad la contradicción. El capullo desaparece al abrirse la flor, y podría decirse que aquél es refutado por ésta; del mismo modo que el fruto hace aparecer la flor como un falso ser allí de la planta, mostrándose como la verdad de ésta en vez de aquélla. Estas formas no sólo se distinguen entre sí, sino que se eliminan las unas a las otras como incompatibles. Pero, en su fluir, constituyen al mismo tiempo otros tantos momentos de una unidad orgánica, en la que, lejos de contradecirse, son todos igualmente necesarios, y está igual necesidad es cabalmente la que constituye la vida del todo. Pero la contradicción ante un vida filosófica o bien, en parte, no suele concebirse a sí misma de este modo, o bien, en parte, la conciencia del que la aprehende no sabe, generalmente, liberarla o mantenerla libre de su unilateralidad, para ver bajo la figura de lo polémico y de lo aparentemente contradictorio momentos mutuamente necesarios. En efecto, la vida no se reduce a su fin, sino que se halla en su desarrollo, ni el resultado es el todo real, sino que lo es en unión con su devenir; En su paso del ser al no ser para ser. El fin para sí es lo universal carente de vida, del mismo modo que la tendencia es el simple impulso privado todavía de su realidad, y el resultado escueto simplemente el cadáver que la tendencia deja tras sí. Si no se ha recreado el proceso dela develación del ser, no hay tal develación sino solo un muerto Asimismo, la diversidad es más bien el límite de la vida que aún no se ha revelado; aparece allí donde la vida termina o es lo que ésta no es para que pronto encuentre su real ser. Lo verdadero es solamente esta igualdad que se restaura o la redención en el ser otro en sí mismo, y no una unidad originaria en cuanto tal o una unidad inmediata en cuanto tal. La verdad es trina.  Es el devenir de sí mismo, el círculo que presupone y tiene por comienzo su término como su fin y que sólo es real por medio de su desarrollo y de su fin. La vida de Dios y el conocimiento divino pueden, pues, expresarse tal vez como un juego del amor consigo mismo; y esta idea desciende al plano de lo edificante e incluso de lo insulso sí faltan en ella la seriedad, el dolor, la paciencia y el trabajo de lo negativo. Es decir la cruz.

Zaratustra= Herido estoy por mi felicidad.
Tortuga eterna= La verdadera figura en que existe la verdad no puede ser sino la vida más allá de todo sistema religioso, artístico, filosófico o científico de ella. Contribuir a que tu vida se aproxime a la forma sin forma para la develación de tu singular forma en Dios  -a la meta en que pueda dejar de llamarse tu vida filosófica amor por el saber para llegar a ser saber real en la revelación del ser donde tú eres sabiduría divina: he ahí lo que yo me propongo en ti. La necesidad interna de que el saber sea vida radica en su naturaleza, y la realización satisfactoria acerca de esto sólo puede ser la revelación de la sabiduría misma. El verbo se revelara en ti Zaratustra.
Zaratustra=Ha venido la bienaventuranza como un tiempo tempestuoso, mi enemigo se ha hecho poderoso e intenta deformarme, ¿Seré un simple rio que baja por la montaña de un Dios resucitado o seré el mar que erosione la montaña hasta su derrumbe? Encuentra en mi tortuga a tu peor enemigo, el mar profundo lleno de vida que ya no aceptara jamás tu muerte como promesa del fin del eterno retorno así que aquí estoy lucha conmigo y encontraras mi fuerza tan flexible a tus palabras que jamás mi alma se quebrara.
Así  oro Zaratustra frente al espejo del niño, que era  El espíritu santo iniciando el apocalipsis en Zaratustra.
La ciencia de la Experiencia del ser y sus cuatro caminos de conocimiento

Tortuga eterna- ¡En el infierno claman por ti Zaratustra! Y es su clamor el cual exige la develación de Dios en tu conciencia, sabed pues Solo lo espiritual es real. Y la esencia de lo espiritual está en el amor, en este saber sacrificarse. Te hablare del primer sacrificio Zaratustra, el sacrificio de la creación, cuando Dios se negó a sí mismo para que le creación sea  bajo la forma del libre acaecer contingente. Intuyendo la creación su sí mismo puro más allá del tiempo  y, asimismo, su ser más allá del  espacio pero sin poder salir del huevo hasta que se revelara la conciencia, he aquí la voluntad de poder que no es más que el espíritu invertido y separado de su creador. Este el primer devenir del espíritu en voluntad de poder, la naturaleza es su devenir vivo e inmediato; la naturaleza el espíritu invertido, no es en su ser allí otra cosa que esta eterna lucha de negación y superación de la existencia, el movimiento que instaura la conciencia dentro del huevo del espacio tiempo y que revelando el ser podrá romperlo.
 Para revelar el ser hay que saborearlo en la conciencia y poder integrarse con él, cuando la voluntad de poder se niega así misma para superarse surgen todas las existencias en el espacio tiempo, hasta lograr una existencia con conciencia, pero aquí esta conciencia no se reconoce aun como existencia y mucho menos como espíritu ni como voluntad de poder, tendrá que pasar a una negación mayor y gracias al lenguaje que es un don divino representarse a sí misma y tomar autoconciencia, he aquí una dualidad terrible para el hombre, integrase con su  propio reflejo, empezar la pregunta por ¿Quién soy?, He aquí el negativo del hombre, más el amor que lleva todo el proceso en la voluntad de poder y en el espíritu lo integra en un paraíso divino, sin embargo  luego vine un reto mayor, la conciencia ética el discernimiento entre el bien y el mal, donde el hombre intenta objetivarse a sí mismo en una valoración que le permita la superación consciente de el mismo, superación que traumáticamente no logra, el hombre Zaratustra no es Dios del hombre, el hombre Zaratustra no es ni será nunca un súper hombre, el árbol de la ciencia del bien y del mal no será superado jamás por el hombre Zaratustra en el perecerá, venid y ved Zaratustra con el poder de la fe que Dios te da los caminos del conocimiento del ser, en cada uno de ellos el Espíritu en el hombre ha intentado una superación mayor, hasta vencer el mal que hay en él pero solo en uno de ellos gracias a Dios el hombre lo ha logrado.  Este devenir representa un movimiento lento y una sucesión de espíritus, una galería de imágenes cada una de las cuales aparece dotada con la riqueza total del espíritu, razón por la cual desfilan con tanta lentitud, pues el sí mismo tiene que penetrar y digerir toda esta riqueza de su  sustancia. Por cuanto que la perfección del espíritu consiste en saber completamente lo que él es, su sustancia, este saber es su ir dentro de sí, en el que abandona su ser allí y confía su figura al recuerdo. En su ir dentro de sí, se hunde en la noche de su autoconciencia, pero su ser allí desaparecido se mantiene en ella; y este ser allí superado -el anterior, pero renacido desde el saber-, es el nuevo ser allí, un nuevo mundo y una nueva figura del espíritu. En él, el espíritu tiene que comenzar de nuevo desde el principio, despreocupadamente y en su inmediatez y crecer nuevamente desde ella, como si todo lo anterior se hubiese perdido para él y no hubiese aprendido nada de la experiencia de los espíritus que le han precedido. Pero si ha conservado el re-cuerdo, que es lo interior y de hecho la forma superior de la sustancia. Por tanto, si este espíritu reinicia desde el comienzo su formación, pareciendo solamente partir de sí mismo, comienza al mismo tiempo por una etapa más alta. El reino de los espíritus que de este modo se forma en el ser allí constituye una sucesión en la que uno ocupa el lugar del otro y cada uno de ellos asume del que le precede el reino del mundo. Su meta es la revelación de la profundidad y ésta es el ser absoluto que solo es absoluto en su revelación santa de Dios; esta revelación es, así, la superación de su profundidad o su extensión, la negatividad de este yo que es dentro de sí, que es su enajenación o su sustancia, -y su tiempo, en el cual esta enajenación se enajena en ella misma y es, así, el sí mismo tanto en su extensión como en su profundidad. La meta, el ser santo o el espíritu Santo que se sabe a sí mismo como espíritu integrado en Dios en el que lo  material retorna en el hombre a lo espiritual gracias al logos y su sacrificio redentor, tiene como su camino el recuerdo de los espíritus como son en ellos mismos y como llevan a cabo la organización de su reino. Su conservación vista por el lado de su ser allí libre, que se manifiesta en la forma de lo contingente, es la historia, pero vista por el lado de su organización existencial es la ciencia del ser que se manifiesta, uno y otro juntos, acabando con él  camino del conocimiento para pasar a la revelación plena de la sabiduría en el ser del árbol de la vida. La historia concebida, forman el recuerdo y el calvario del ser santo, la realidad, la verdad y la certeza de su trono, sin el cual el ser santo sería la soledad sin vida; solamente del cáliz de este reino de los espíritus rebosa para él su infinitud.
Zaratustra-Con demasiada lentitud corre para mí todo orar: - ¡a tu carro salto, tempestad! ¡E incluso a ti quiero arrearte con el látigo de mi maldad!  Y si quiero montar en mi caballo salvaje, lo que mejor me ayuda siempre a subir es mi lanza: ella es el servidor constantemente dispuesto de mi pie: - ¡La lanza que arrojo contra ti enemigo! ¡Cómo te  lo agradezco a ti enemigo el que por fin se me permita arrojarla! Demasiado grande era la tensión de mi nube: entre carcajadas de rayos quiero lanzar granizadas a la profundidad. Poderoso se hinchará entonces mi pecho, poderoso exhalará su tempestad por encima de los montes: así quedará aliviado. ¡En verdad, semejantes a una tempestad llegan mi felicidad y mi libertad! Pero tu enemigo debes de creer que es el Maligno el que se enfurece sobre tu cabeza.
Tortuga eterna-No Zaratustra conozco tu corazón y el burlador maligno ha sido retirado del espejo con mi presencia, tirad tu lanza con toda la fuerza que te da el espíritu en el hombre y la lanza retornara a ti Zaratustra, porque no soy más que tu si mismo revelado y santificado.
Zaratustra-Mi sabiduría salvaje quedó preñada por Dios en montañas solitarias; sobre ásperos peñascos parió su nueva, última cría. Ahora   la cría corre enloquecida por el duro desierto y busca y busca blando césped para enterrar a mi vieja sabiduría salvaje. ¡Sobre el blando césped de vuestros corazones, amigos míos! - ¡sobre vuestro amor le gustaría acostar lo más querido para ella! Dejadme morir en el corazón de los hombres Tortuga eterna, porque sé que has venido   para arrastrar mi cadáver  a la tumba divina, pero yo no quiero morir en una cruz, ni ser traspasado por una lanza.
Tortuga eterna- La vida Santa, no es la que se asusta ante la muerte y se mantiene pura de la desolación, sino la que sabe afrontarla y mantenerse en ella. Yo el Espíritu santo solo conquisto mi verdad cuando soy capaz de encontrarme a mí mismo en el absoluto desgarramiento. Y esto en ti Zaratustra será una muerte de cruz, traspasado por tu propia lanza la de tu antigua sabiduría salvaje. No soy una Persona positiva que me separe de lo negativo, como cuando los hombres dicen de algo que no es nada, o que es falso y pasan sin más a otra cosa. Yo le doy cara  a lo negativo y permanezco cerca de ello. Y esta mi permanencia la que hace que lo que está invertido vuelva a convertirse a Dios, yo hago que el ser allí en la contingencia vuelva a ser uno con su esencia eterna.
Zaratustra-Ahora mi martillo se enfurece tremendamente contra tu prisión, de la piedra saltan pedazos ¡Que me importa! Quiero acabarlo: pues una sombra has despertado en mí -¡la más silenciosa y más ligera de todas las cosas vino  a mí! La belleza del superhombre llegó hasta mí como una sombra. ¡Ay, Espíritu santo! ¡Qué me importa ya la esencia eterna de Zaratustra! – 
Tortuga eterna-Te importa, la conciencia solo sabe y concibe lo que se halla en su experiencia pues lo que se halla en esta es solo la sustancia espiritual. Y la experiencia es cabalmente este movimiento donde El espíritu se extraña a sí mismo objetivándose, asombrándose de sí, para luego retornar  desde ese extrañamiento y es solamente así como es expuesto en su verdad y en su realidad.  Debe decirse entonces que nada es sabido que no esté en la experiencia o como también se expresa esto, que no sea presente como verdad sentida, como lo eterno interiormente revelado, como lo sagrado en que se cree. Pues la experiencia consiste precisamente en que el contenido que es el espíritu sea en si sustancia y por tanto objeto de la conciencia. Pero esta sustancia que es el espíritu es su devenir hacia lo que el en si es y solamente con este devenir que se refleja dentro de sí es en  verdad el Espíritu. Y siendo en verdad el espíritu es en verdad el ser y tú quieres conocer tu ser Zaratustra aún  más allá de la imagen del súper hombre como máxima imagen de la voluntad de poder, hay un Zaratustra en el árbol de la vida como imagen de mí en ti, mas no se trata solo de una mirada a la imagen sino de su revelación encarnada y para esto no se trata solo de la fe que te permita por el escucharme la creación de la imagen sino de la convicción que te da el concepto de esta, que es en lo que se funda la esperanza.
Tened pues esperanza Zaratustra y conoced los cuatro caminos del conocimiento en el hombre, el primero lo sabes bien fue cuando el hombre salió de la caverna y concibió al ser y dijo que el ser era la idea y aunque luego la idea fue materia y forma integrada, siguió siendo una idea, Y la máxima de todas las ideas , la idea de Dios, esa idea cuya esencia es su existencia, esa que se contempla así misma en una felicidad inmutable y plena, hasta que el hombre creyó salir de su ingenuidad y dijo no poder conocer esa idea, no poder conocer el ser, sino solo el mundo de los fenómenos de las apariencias, pero no fuiste tú Zaratustra el que denuncio al chino de konigsberg  como aquel que  encerraba a todos  los hombres en una cárcel de apariencias objetivas y no fuiste tú acaso el que rompió esa cárcel para poner a los hombres en una cárcel mayor, pero tu cárcel es para hombres muy valientes que se atreven a crear su bien y su mal más allá de toda apariencia porque para ti la creación es lo único real, los otros los que no se atreven a crear aceptaron este mundo en el que no se puede conocer la realidad y se abocaron a los hechos y los integraron a su conciencia como conocimiento sin poder revelar el espíritu o tomar alguna conciencia de él.
El segundo es el camino del no ser, el camino de oriente, donde la realidad se revelo en su vanidad y es que todo es vano bajo el sol, en el huevo del espacio tiempo y es que entre Dios y los hombres  hay un vacío, que solo los valientes se atreven a confrontar, los otros lo de los fenómenos dan la vanidad en su vida como verdad y la llena de objetos que la polilla pronto devorara, sabes bien Zaratustra que confrontar el vacío no es andar en el escepticismo donde todo muere y deja de avanzar, sino más bien uno muere  y renace en la luz solo que tu renaciste en la luz de la voluntad de poder y los del camino del no ser en la luz de mi Espíritu más sin poder reconocerme, en una negación absoluta, llegaran al último vacío y se liberaron por fin de la voluntad de poder y de todos sus deseos, encontrándome y encontrado su sí mismo pero sin poder revelarme plenamente, más que es para estos hombres este mundo vano, más que un mundo sin sentido, que es para ellos la razón humana sino una trampa que nos coloca en las prisiones conceptuales de las que difícilmente podremos salir, así que su sabiduría habita en el silencio o en la locura, esa que se atreve a la paradoja en un choque de los contrarios permanentemente ya que ellos los del camino del no ser se paran en el eje de toda rueda del devenir y conocen toda  su superación.
El tercer camino es el del ser y no ser, si el primero era el camino de la razón donde la razón no acepta la contradicción, el segundo era el camino de la meditación hasta la absoluta negación donde se juega con lo irracional y el choque de todos los contrarios, el tercero es el camino de la dialéctica donde la contradicción prima y su lucha es la base de todo el devenir, en la constante superación del ser   pasando por el no ser para ser, El camino de la negación de la negación, entendido a veces como la tesis, antítesis , síntesis y entendido por ti como el eterno retorno en la voluntad de poder donde no hay progreso sino un ciclo eterno, cuanto te costó esta verdad Zaratustra, cuán difícil fue saber que no hay muerte, ni descanso y que todo lo que hay es esta existencia que se repite una y mil veces y que en ella tu creas cuanto quieres pagando el precio de que tu creación no tiene sentido ni trascendencia, te burlaste de la dialéctica del Espíritu, en la que la razón paria el concepto y para ti es una estupidez de esclavos la dialéctica materialista, pero la tuya que es mucho más fiel al pensar de Heráclito ya que es una dialéctica dionisiaca, ¿No es acaso una caverna de vida muerta? ¿No es el súper hombre un niño asesinado una y mil vece en su propia imaginación?, dirás que no porque tu imaginación se vive con el cuerpo y no hay nada más real que el cuerpo, pero amigo el cuerpo sin mí, es solo la cascara de un espíritu muerto.
El cuarto camino es el de la fe, si la dialéctica sabe de la negación de  espíritu y de su retorno, es que ha descubierto el logos, pero solo la fe es capaz de recorrer ese camino hasta la integración final del ser, y la fe es un Don de Dios, es lo único que puede romper el huevo del espacio tiempo y escuchar al logos y su plan de salvación, yo se Zaratustra odia a todos esos resentidos con el cuerpo, pero Zaratustra en la voluntad de poder no ha descubierto acaso también el inmenso amor del logos, el jamás dejara el cuerpo sin ser integrado, conoce bien al logos porque es Dionisiaco en su santidad y apolíneo también pero lo sabes bien Zaratustra está más allá de estos espíritu superándolos, eres un martillo fuerte contra todo lo apolíneo en sus seguidores y haces bien, en ti Cristo convierte el agua en vino, pero ¿Puede Zaratustra beber de ese vino? ¿Está en zaratustra el gozo de la vida? No se trata de conocer el ser como en el primer camino se trata de ser el ser de revelarlo en toda su santidad, no se trata de no ser en la negación de todo lo que produzca en nosotros deseo, se trata de desear en Dios y Dios se desea a sí mismo y vuelve a sí mismo en su amor, atrayendo hacia si en el logos todo lo que es, no se trata de estar en la permanente lucha del ser y el no ser, no se trata de encerrarte en el ciclo del eterno retorno o de superarte hasta concebir el saber absoluto disfrutando de cada uno de los pasos que constituyen tu realidad, se trata más Bien de revelar al ser santo aquel que se niega a sí mismo para ser en los otros y atraerlos a Dios yo te presento la última dialéctica y la única el misterio pascual de Jesucristo su paso por la vida la muerte y la resurrección. Este existir más bien consiste en esta aparente inactividad que se limita a considerar como lo diferente se mueve en el mismo y retorna a su unidad.  Pero esto no se entiende porque seas capaz de crear la imagen con la fe que Dios te da, ni porque logres una profunda convicción a través de la profundidad que logre tu razón al concebir el misterio  despertando en ti la esperanza sino recreando el misterio en tu vida por medio de mi poder, clama Zaratustra, clama y yo responderé, tu cárcel de eterno retorno será rota, así como toda cárcel de fenómenos y apariencias, de espacio tiempo y de saber absoluto. Dios nacerá en ti y tu nacerás en el cómo un  árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan.
    
Zaratustra- Tortuga reina de los espíritus ¿No habéis oído hablar de ese loco que encendió un farol en pleno día y corrió al mercado gritando sin cesar: “¡Busco a Dios!, ¡Busco a Dios!”. Como precisamente estaban allí reunidos muchos que no creían en dios, sus gritos provocaron enormes risotadas. ¿Es que se te ha perdido?, decía uno. ¿Se ha perdido como un niño pequeño?, decía otro. ¿O se ha escondido? ¿Tiene miedo de nosotros? ¿Se habrá embarcado? ¿Habrá emigrado? - así gritaban y reían alborozadamente. El loco saltó en medio de ellos y los traspasó con su mirada. “¿Que a dónde se ha ido Dios? - exclamó-, os lo voy a decir. Lo hemos matado: ¡vosotros y yo! Todos somos su asesino. Pero ¿cómo hemos podido hacerlo? ¿Cómo hemos podido bebernos el mar? ¿Quién nos prestó la esponja para borrar el horizonte? ¿Qué hicimos cuando desencadenamos la tierra de su sol? ¿Hacia dónde caminará ahora? ¿Hacia dónde iremos nosotros? ¿Lejos de todos los soles? ¿No nos caemos continuamente? ¿Hacia delante, hacia atrás, hacia los lados, hacia todas partes? ¿Acaso hay todavía un arriba y un abajo? ¿No erramos como a través de una nada infinita? ¿No nos roza el soplo del espacio vacío? ¿No hace más frío? ¿No viene de continuo la noche y cada vez más noche? ¿No tenemos que encender faroles a mediodía? ¿No oímos todavía el ruido de los sepultureros que entierran a Dios? ¿No nos llega todavía ningún olor de la putrefacción divina? ¡También los dioses se pudren! ¡Dios ha muerto! ¡Y nosotros lo hemos matado! ¿Cómo podremos consolarnos, asesinos entre los asesinos? Lo más sagrado y poderoso que poseía hasta ahora el mundo se ha desangrado bajo nuestros cuchillos. ¿Quién nos lavará esa sangre? ¿Con qué agua podremos purificarnos? ¿Qué ritos expiatorios, qué juegos sagrados tendremos que inventar? ¿No es la grandeza de este acto demasiado grande para nosotros? ¿No tendremos que volvernos nosotros mismos dioses para parecer dignos de ella? Nunca hubo un acto tan grande y quien nazca después de nosotros formará parte, por amor de ese acto, de una historia más elevada que todas las historias que hubo nunca hasta ahora”. Empero esa vez los hombres no lo escucharon y el loco hizo trizas su farol. Pues ahora ese loco volverá y denunciara tu resurrección en el corazón de los hombres, encenderá su farol y correrá por los mercados diciendo:!Matemos a Dios!, ¡Matemos a Dios! ¡No está muerto, no está muerto! Y la gente temblara de miedo y de odio hacia Dios y se reunirán para matarlo con sus afilados cuchillos preguntaran ¿Dónde está el Dios resucitado para asesinarlo mil veces más? Y el loco dirá aquí en el corazón de Zaratustra ¿Cómo ha podido resucitar? ¿Cómo es que de la nada sale de pronto agua del desierto? ¿Cómo es que en la oscuridad se pueda pintar un horizonte?¿Cómo es que el sol ha vuelto a encontrar a la tierra?¿Hacia dónde nos hará caminar ahora? Y el loco responderá en camino de  cruz hacia el sol, Dios ha venido a arrojarnos al infierno, basta eso para que los hombres claven sus cuchillos en el corazón y arrojen de ellos toda compasión o misericordia, basta esto para que por fin nazca el superhombre y los hombres acepten por fin sus manos llenas de sangre divina y vivan el ocaso humano, no habrá vuelta atrás, ni consolación, no podrá el hombre lavarse de esa sangre, no habrá rito expiatorio ni perdón, la muerte de Dios en el corazón de los hombres, se pagara con la muerte del hombre, de la verdad, de la vida, de la existencia, no habrá acto más cruel, ni castigo más justo. El loco hará una hoguera de  su farol, llego el tiempo del rayo y el trueno, Y diciendo esto quemara su cuerpo, pues ¿Que es ahora este templo? tumba y panteón de donde nacerá el superhombre, morirá cantando el Requiem aeternam homo,  quieres mi alma tortuga la tendrás en el infierno pero la guerra por  los hombres la tienes perdida, Dios puede resucitar, el hombre no.
Tortuga eterna- Amado Zaratustra El hombre esta creado a imagen y semejanza de su creador, mira tu espíritu ahí tienes un reflejo de Dios, contempla mi caparazón acaso en él no está Dios desnudo, y no lo está en tu conciencia, cuando el espíritu ha superado su camino en el espíritu subjetivo y su conciencia y autoconciencia, cuando ha logrado el espíritu objetivo  transformando y construyendo infraestructuras, superestructuras para lograr estructuras y por fin lograr su superación hasta llegar al espíritu absoluto y encontrarse consigo mismo, y ¿que mira? sino estos dos circulo, El del ser y el del no ser, el de la trascendencia y el de la inmanencia, el de lo infinito y lo finito el de lo eterno necesario y de lo efímero contingente, pero en mi estos dos se hacen uno, el Padre  y el Hijo en la comunión del amor, el hombre lucha por hacerlos uno y no lo logra ahí está la religión sin poder lograrlo, ahí está el arte sin llegar a expresar este unidad, ahí está la filosofía sin poder conceptuarla, ahí está la ciencia sin poder conocer la unidad del espíritu, ahí está la existencia humana divida en todo su camino de conocimiento y todo este camino no es más que la lucha por integrar estos dos círculos y por fin Ser.
Amado Zaratustra ¿Entonces el camino del hombre está destinado al fracaso? Dirás tu que el ocaso de él es el nacimiento del superhombre, dirás neguemos el primer círculo del padre y quedémonos con el círculo del hijo en la contingencia, yo seré el verbo creador he aquí mis valores, lamentablemente para ti, el verbo no es nada sin el Padre, no puedes tomar un círculo del espíritu y desechar al otro, denunciaste bien a todos los que tomaron el primer círculo y declararon la unidad a él como lo único que es, renunciando a su cuerpo, grave error cometieron Zaratustra y el error más de una generación lo pago, el padre no puede ser develado sin el hijo, a Dios nadie lo vio jamás solo el hijo del hombre lo ha dado a conocer, y ese hijo se hizo carne y es carne, pero no en tu voluntad de poder, no separado del padre, sino en la voluntad de ser, en mi El Espíritu Santo, esta pequeña tortuga que te habla, integra a Dios porque Dios es amor y es lo que soy en el Padre, en el Hijo, y en su comunión conmigo, y yo gracias a la muerte del hijo me revelo en los hombres y los consuelo, porque ellos sienten la terrible separación, ellos sufren el vacío y su muerte, pero he aquí que en ellos yo no permito que se pierda la fe y la esperanza y sobre todo  el perdón, mirad al hombre Zaratustra que poder tan grande en él porque puede negar al padre y decir no hay eternidad ni ninguna trascendencia todo está en el sujeto o todo está en el objeto contingente y punto como también puede negar al hijo y decir no hay materia todo esto es un mundo de sombras, una ilusión, una caverna, y aun puede negar a los dos, con lo que se me estaría negando y decir: de lo único que trata esta existencia es de la muerte y en ella no hay sentido, los círculos jamás se unirán el hombre jamás será reconciliado, pero por más que me nieguen aquí estaré, ya la reconciliación fue lograda, ya Cristo murió por tus pecados y esa verdad la gritare en tu corazón y en el corazón de los hombres: Escucha lo que sucederá en los últimos días, Zaratustra:   me derramaré  sobre cualesquiera que sean los mortales. Sus hijos e hijas profetizarán, los jóvenes tendrán visiones y los ancianos tendrán sueños proféticos. Me derramaré  sobre mis siervos y mis siervas, y profetizarán. Haré prodigios arriba en el cielo y señales milagrosas abajo en la tierra.  El sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre antes de que llegue el Día grande del Señor. Y todo el que invoque el Nombre del Señor se salvará.
Zaratustra, escucha mis palabras: Acredite entre ustedes a Jesús de Nazaret. Hizo que realizara entre ustedes milagros, prodigios y señales que ya conocen. Ustedes, sin embargo, lo entregaron  para ser crucificado y morir en la cruz, y con esto se cumplió el plan que  tenía dispuesto.  Lo libre de las ataduras de la muerte y lo resucite, pues no era posible que quedase bajo el poder de la muerte.
 Escucha lo que él amado Zaratustra dice en él espejo a su respecto: Veo constantemente al Señor delante de mí; está a mi derecha para que no vacile.  Por eso se alegra mi corazón y te alabo muy gozoso, y hasta mi cuerpo esperará en paz. Porque no me abandonarás en el lugar de los muertos ni permitirás que tu Santo experimente la corrupción.  Me has dado a conocer los caminos de la vida, me colmarás de gozo con tu presencia. Es un hecho que  resucitó Jesús; de esto todos en los que moro son testigos. Y mi testimonio es esté en ellos, después de haber sido exaltado a la derecha de Dios, ha recibido del Padre el don que había prometido, me refiero mí mismo que acabo de derramarme sobre ti Zaratustra, Yo soy el Don de Dios prometido en mi esta la voluntad de ser, el espíritu revelado por fin integrándose a sí mismo  en la creación material, en la unidad en Cristo, que es amor eterno, como lo estás viendo y oyendo.
 También es cierto que el amado Zaratustra no ha subió al cielo y aun no se ha develado en la tierra, pero estas palabras son para ti: Dijo el Señor a él Señor que vence la dualidad en el alma de los hombres: «Siéntate a mi derecha,  hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies.»  Saborea entonces con seguridad, que Dios ha hecho Señor y Cristo a este Jesús a quien ustedes crucificaron.» Y que zaratustra es hecho Señor en Cristo sobre todo bien y sobre todo mal para revelar el árbol de la vida y que así como Jesucristo ha resucitado, sus amados los hombres en Dios resucitaran  y entre ellos estas tú  Zaratustra Profeta del árbol de la vida
 Al oír esto Zaratustra se afligió profundamente y  le dijo  al espíritu Santo: «¿Qué tengo que hacer, Paráclito?» : «Arrepiéntete, y recibe el bautizo en el Nombre de Jesús, el Verbo tu Señor y salvador, para que Tus pecados sean perdonados. Entonces  me recibirás y el ser santo en ti será revelado.  Porque el don de Dios es para ustedes los hombres y para sus hijos, y también para todos aquellos a los que el Señor,  Dios, quiera llamar, aunque estén lejos.»

Zaratustra-¡Jamás!
  

  Zaratustra- No se debe adornar y acicalar el cristianismo: hizo una guerra mortal a cierto tipo superior de hombre; desterró todos los instintos fundamentales de este tipo, de estos instintos extrajo y destiló el mal el hombre malo; consideró al hombre fuerte como lo típicamente reprobable, como el réprobo. El cristianismo tomó partido por todo lo que es débil, humilde. fracasado, hizo un ideal de la contradicción a los instintos de conservación de la vida fuerte; estropeó la razón misma de los temperamentos espiritualmente más fuertes, enseñó a considerar pecaminosos, extraviados, tentadores, los supremos valores de la intelectualidad. El ejemplo más lamentable es éste: la ruina de Pascal, que creyó que su razón estaba corrompida por el pecado original, cuando sólo estaba corrompida por su cristianismo.
Ni la moral ni la religión entran en contacto en el cristianismo con un punto cualquiera de la realidad. Causas puramente imaginarias (Dios, alma, yo, espíritu libre, albedrío y también voluntad no libre), efectos puramente imaginarios (pecado, redención, gracia, castigo, perdón de los pecados). Relaciones entre criaturas imaginarias (Dios, espíritu, alma) ; una ciencia natural imaginaria (antropocéntrica: falta completa de la noción de las causas naturales); una sicología imaginaria (completo desconocimiento de si mismo, interpretación de sentimientos generales placenteros o desplacenteros; por ejemplo, de los estados del nervio simpático, con la ayuda del lenguaje figurado de una idiosincrasia religiosa-moral; arrepentimiento, remordimiento, tentación diabólica, la proximidad de Dios); una teología imaginaria (el reino de Dios, el juicio final, la vida eterna). Este mundo, de pura ficción, se distingue perjudicialmente del mundo de los sueños, en que desvalora, niega la realidad. En cuanto el concepto de naturaleza fue encontrado como opuesto al de Dios, la palabra natural debía ser sinónima de reprobable; todo aquel mundo de ficción tiene su raíz en el odio contra lo natural (contra la realidad); es la expresión de un profundo disgusto de la realidad... Pero con esto todo queda explicado. ¿Quién es el que tiene motivos pasa salir, con una mentira de la realidad? El que sufre por ella. Pero sufrir por la realidad significa ser una realidad mal lograda... El predominio de los sentimientos de desplacer sobre los de placer es la causa de aquélla moral y aquella religión ficticias; pero ese predominio suministra la fórmula de la decadencia.
El concepto cristiano de Dios –el Dios entendido como Dios de los enfermos, como araña, como espíritu– es uno de los conceptos más corrompidos de la divinidad que se han forjado sobre la tierra; quizá represente el nivel más bajo en la evolución descendente del tipo de los dioses. Dios, degenerado hasta ser la contradicción de la vida, en vez de ser su glorificación y su eterna afirmación. La hostilidad declarada a la vida, a la naturaleza, a la voluntad de vivir, en el concepto de Dios. Dios, convertido en fórmula de toda calumnia, de toda mentira del más allá. ¿La nada divinizada en Dios, la voluntad de la nada santificada!
El odio instintivo contra la realidad es consecuencia de una extrema incapacidad de sufrimiento y de irritación, que no quiere ya ser en general tocada, porque de todo contacto recibe una impresión demasiado profunda. La exclusión instintiva de todo lo que nos repugna, de toda enemistad, de todo límite y distancia en el sentimiento, es consecuencia de una extrema incapacidad de sufrimiento y de irritación, que siente ya como un dolor intolerable (o sea como nocivo, como desaconsejado por el instinto de conservación) toda resistencia, toda necesidad de resistir, y sólo conoce la beatitud (el placer) en no oponerse ya a nada, ni al alma ni al bien, y considerar el amor como la única, como la última posibilidad de vida. Estas son las dos realidades fisiológicas sobre las cuales y de las cuales ha crecido la doctrina de la redención. La llamo un sublime ulterior desarrollo del hedonismo sobre bases completamente morbosas. Contiguo a éste, si bien con fuerte adición de vitalidad y fuerza nerviosa griega, está el epicureismo, la doctrina pagana de la redención. Epicuro fue un decadente típico: yo fui el primero en reconocerle como tal. El miedo al dolor, hasta de lo que en el dolor hay de infinitamente pequeño, no puede fundar otra cosa que una religión del amor.   
Tortuga eterna-Amado Zaratustra sin redención no hay realidad porque es solo en el ser redimido que el ser se realiza y este ha sido un proceso largo que si se ve cortado o pervertido le costara al hombre jamás llegar a ser real ¿Quieres dejar al espíritu en el hombre religado a su primera figura? Venid y ved y venced la dualidad convirtiéndote a Dios y no invirtiéndote en un búsqueda profana en una ilusión de niño a la que llamas súper hombre. La primera realidad del espíritu consigo mismo  es el  de la religión misma o la religión como religión inmediata y, por tanto, natural; en ella el espíritu se sabe cómo su objeto en figura natural o inmediata. Pero la segunda es necesariamente la de saberse en la figura de la naturalidad superada o del sí mismo. Es, por tanto, la religión artística, porque la figura se eleva aquí a la forma del sí mismo gracias a la producción de la conciencia, de tal modo que ésta contempla en su objeto su obrar, o el sí mismo. Por último, la tercera supera el carácter de unilateralidad de las dos primeras; el sí mismo es tanto un inmediato como la inmediatez es sí mismo. Si en la primera el espíritu es en general en la forma de la conciencia y en la segunda en la de la autoconciencia, en la tercera es en la forma de la unidad de ambas; tiene la figura del ser en y para sí; y, al ser  así representado como es en sí y para sí, ésta es la religión revelada. Pero, si bien el espíritu alcanza en ella su figura verdadera, la figura misma y la representación son todavía el lado no sobrepasado del que el espíritu debe pasar al concepto, para resolver en él enteramente la forma de la objetividad, en él que encierra en sí mismo también este su contrario. El espíritu ha captado entonces el concepto de sí mismo, a la manera como  has llegado a captarlo; y su figura o el elemento de su ser allí, en cuanto es el concepto, es él mismo comprendiéndose, y disfrutándose, pero aún no está realizado es necesaria la integración con el cuerpo para que el ser santo se dé. Es necesaria la recreación del misterio pascual, Tened la fe, pues gracias al oír  de la palabra revelo en ti la certeza de  Dios y su imagen, tened la esperanza y es que la fe ha dado fruto y has pensado profundamente hasta lograr aproximarte aun concepto de Dios y de ti mismo en Dios, más si la palabra no hace carne, si la fe no produce la obra muerta es y no hay mayor obra que la revelación del verbo en ti hecho carne, Oh Zaratustra la religión del amor, supera y termina con toda religión ya que una vez biotejido el cuerpo con el espíritu se devela el ser como ser santo Absoluto en Dios, amas al hombre de la primera religión, lo encuentras viril, fuerte pero amas aun más al hombre de la segunda porque lo ves como un creador, pero detestas en el la creación de la moral, tu creación Zaratustra a la que ahora destruyes, pero lo que no puedes perdonar es la tercera religión donde el hombre es elevado por Dios hasta conocer su amor como única realidad terminando con todo el camino religioso y con toda religión con un solo sacrificio el de su hijo amado. En ti Zaratustra el espíritu se invierte y este camino de religión sagrada pasa a  ser un camino de religión profana el hombre resulta ser el que crea a Dios, para luego matarlo, el hombre luego crea al hombre para asesinarlo, por último se mete con toda la naturaleza y la destruye, en el camino de lo profano el hombre ha descendido destruyendo y quedándose sin realidad, de lo revelado, a lo artístico, a lo natural, y ¿Dónde está tu súper hombre? Ahí Zaratustra detrás de una pantalla convertido en un organismo cibernético destructor de toda realidad constructor de un mundo simulado de cifras y estadísticas de puro entretenimiento banal en el eterno retorno de lo absurdo, ¿Por qué Zaratustra? ¡Porque!  Porque a la tierra que tanto aprecias solo se la puede conocer amándola en  el amor de su creador, integrándola a Dios es la única manera que hay para revelarla, como lo que es, espíritu, espíritu que clama atrapado en la voluntad de poder, tu que acusas a los cristianos de falta de valor, ¿Has tenido el valor para acercarte y escuchar el grito de la tierra? No Zaratustra porque te falta amor para hacerlo, tu camino es un camino de destrucción y de miedo pero el verdadero amor hecha fuera todo temor revelando la realidad tal y como es, amado no hay realidad más que el amor, aunque hablaras todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si te falta el amor serías como bronce que resuena o campana que retiñe. Aunque tuvieras el don de profecía y descubriera todos los misterios y la ciencia entera, aunque tuviera tanta fe como para trasladar montes, si te falta el amor nada eres. Aunque repartieras todo lo que posees e incluso sacrificaras tu cuerpo, para gloriarte, si no tienes amor, de nada te sirve. El amor es paciente y muestra comprensión. El amor no tiene celos, no aparenta ni se infla.  No actúa con bajeza ni busca su propio interés, no se deja llevar por la ira y olvida lo malo. No se alegra de lo injusto, sino que se goza en la verdad.  Perdura a pesar de todo, lo cree todo, lo espera todo y lo soporta todo. El amor nunca pasará. Las profecías perderán su razón de ser, callarán las lenguas y ya no servirá el saber más elevado. Porque este saber queda muy imperfecto, y sus profecías también son algo muy limitado;  y cuando llegue lo perfecto, lo que es limitado desaparecerá. Eres niño, hablas como niño, piensas y razonas como niño. Pero  hazte hombre Zaratustra, deja de lado las cosas de niño.  Así también en el momento presente ves las cosas como en un espejo, confusamente, pero entonces las veras cara a cara. Y serás uno con tu espíritu en la carne, ahora conoces en parte, pero entonces conocerás como yo te  conozco. Ahora, pues, son válidas la fe, la esperanza y el amor; las tres, pero la mayor de estas tres es el Amor.

Zaratustra=Yo trazo en torno a mí círculos y fronteras sagradas; cada vez es menor el número de quienes conmigo suben hacia montañas cada vez más altas, yo construyo una cordillera con montañas más santas cada vez. Súmense el espíritu y la bondad de todas las almas grandes: todas juntas no estarían en condiciones de producir un discurso mío. Inmensa es la escala por la que  asciendo y desciendo; he visto más, he querido más, he podido más que cualquier otro hombre. Este mi espíritu, el más afirmativo de todos, contradice con cada una de sus palabras; en él todos los opuestos se han juntado en una unidad nueva. Las fuerzas más altas y más bajas de la naturaleza humana, lo más dulce, ligero y terrible brota de un manantial único con inmortal seguridad. Hasta ese momento no se sabe lo que es altura, lo que es profundidad, y menos todavía se sabe lo que es verdad. No hay, en esta revelación de la verdad, un solo instante que hubiera sido ya anticipado, adivinado por alguno de los más grandes. Antes de mí no existe ninguna sabiduría, ninguna investigación de las almas, ningún arte de hablar: lo más próximo, lo más cotidiano, habla aquí de cosas inauditas. La sentencia temblando de pasión; la elocuencia hecha música; rayos arrojados anticipadamente hacia futuros no adivinados antes. La más poderosa fuerza para el símbolo existida con anterioridad resulta pobre y un mero juego frente a este retorno del lenguaje a la naturaleza de la figuración. ¡Y cómo desciendo  y digo a cada uno lo más benigno! ¡Cómo yo mismo tomo con manos delicadas a mis contradictores, los sacerdotes, y sufro con ellos a causa de ellos! En mi el hombre está superado en todo momento, el concepto de «superhombre» se volvió en mi realidad suprema, en una infinita lejanía, por debajo de él, yace todo aquello que hasta ahora se llamó grande en el hombre. Lo alciónico, los pies ligeros, la omnipresencia de maldad y arrogancia, y todo lo demás que es típico del tipo mío, jamás se soñó que eso fuera esencial a la grandeza. Justo en esa amplitud de espacio, en esa capacidad de acceder a lo contrapuesto, siento  que soy la especie más alta de todo lo existente, y cuando se oye cómo me defino, hay que renunciar a buscar algo semejante. el alma que posee la escala más larga y que más profundo puede descender, el alma más vasta, la que más lejos puede correr y errar y vagar dentro de sí, la más necesaria, que por placer se precipita en el azar, el alma que es, y se sumerge en el devenir, la que posee, y quiere sumergirse en el querer y desear, la que huye de sí misma, que a sí misma se da alcance en los círculos más amplios, el alma más sabia, a quien más dulcemente habla la necedad, la que más se ama a sí misma, en la que todas las cosas tienen su corriente y su contracorriente, su flujo y su reflujo. Pero esto es el concepto mismo de Dionisos. Otra consideración conduce a idéntico resultado. El problema psicológico de mi tipo  consiste en cómo aquel que niega con palabras, que niega con hechos, en un grado inaudito, todo lo afirmado hasta ahora, puede ser a pesar de ello la antítesis de un espíritu de negación; en cómo el espíritu que porta el destino más pesado, una tarea fatal, puede ser, a pesar de ello, el más ligero y ultraterreno. Soy un danzarín; en cómo aquel que posee la visión más dura, más terrible de la realidad, aquel que ha pensado el «pensamiento más abismal», no encuentra en sí, a pesar de todo, ninguna objeción contra el existir y ni siquiera contra el eterno retorno de éste, antes bien, una razón más para ser él mismo el sí eterno dicho a todas las cosas, «el inmenso e ilimitado decir sí y amén.» «A todos los abismos llevo yo entonces, como una bendición, mi decir sí.» Pero esto es, una vez más, el concepto de Dionisos.  ¿Qué lenguaje hablará tal espíritu cuando hable él solo consigo mismo? El lenguaje del ditirambo. Yo soy el inventor del ditirambo. Óigase cómo  habla conmigo mismo antes de la salida del sol: tal felicidad de esmeralda, tal divina ternura no la poseyó antes de mí lengua alguna. Aun la más honda melancolía de este Dionisos se torna ditirambo; tomo como signo La canción de la noche, el inmortal lamento de estar condenado, por la sobreabundancia de luz y de poder, por la propia naturaleza solar, a no amar.
Tortuga eterna= ¿Que eres Zaratustra? Más que un verbo sin substancia ¿Qué eres Zaratustra? Sino una existencia sin esencia. Tu conciencia se confiesa de hecho como mala mediante la afirmación de que, contrapuesto a lo universal reconocido, obra con arreglo a su ley interior y a su buena conciencia. Pues si esta ley y esta buena conciencia no fuesen la ley de su singularidad y arbitrariedad, no serían algo interior, propio, sino lo universalmente reconocido. Quien, por tanto, dice que obra en contra de los otros con arreglo a su ley y a su buena conciencia, dice en realidad que las atropella. Pero la buena conciencia real no es este persistir en el saber y en el querer que, se contrapone a lo universal, sino que lo universal es el elemento de su ser allí y su lenguaje enuncia por tanto, su obrar como el deber reconocido. Y tampoco es desenmascaramiento y disolución de la hipocresía el que la conciencia universal persista en su juicio. Al denunciar a la hipocresía como mala, vil, etc., la conciencia universal se remite en tales juicios a su ley, lo mismo que la conciencia mala se remite a la suya. Pues aquélla se pone en contraposición con ésta y se presenta así como una ley particular. No le lleva, pues, ninguna ventaja a la otra, sino que más bien la legitima; y este celo hace exactamente lo contrario de lo que cree hacer; es decir, muestra lo que llama verdadero deber y que debe ser universalmente reconocido como algo no reconocido, con lo que confiere, por tanto, a lo otro el derecho de ser lo que realmente es y así misma se devela como un no ser. Pero dirás tu que no actúas desde tu buena conciencia, que la contradicción entre la buena y la mala conciencia la has superado, y yo te pregunto ¿En este círculo tan pequeño y tan particular lograste superar la conciencia universal y divina? O ¿Es esta la cárcel de Zaratustra donde lo que se afirma es tan pequeño que solo Zaratustra cave en su caverna? y se es así ¿Porque no abandonar de una vez esta caverna? ¿Por qué no clamar por la misericordia del Señor repitiendo estas palabras? Desde lo hondo a ti grito, Señor; Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos a la voz de mi súplica. Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir? Pero de ti procede el perdón, y así infundes respeto. Mi alma espera en el Señor, espera en su palabra; mi alma aguarda al Señor, más que el centinela la aurora. Aguarda Zaratustra al Señor, como el centinela la aurora; porque del Señor viene la misericordia, la redención copiosa; y él  te redimirá de todos tus delitos.
Zaratustra=Nosotros los nuevos, los carentes de nombre, los difíciles de entender , nosotros, partos prematuros de un futuro no verificado todavía, necesitamos, para una finalidad nueva, también un medio nuevo, a saber, una salud nueva, una salud más vigorosa, más avisada, más tenaz, más temeraria, más alegre que cuanto lo ha sido hasta ahora cualquier salud. Aquel cuya alma siente sed de haber vivido directamente el ámbito entero de los valores y aspiraciones habidos hasta ahora y de haber recorrido todas las costas de este «Mediterráneo» ideal, aquel que quiere conocer, por las aventuras de su experiencia más propia, qué sentimientos experimenta un conquistador y descubridor del ideal, y asimismo los que experimentan un artista, un santo, un legislador, un sabio, un docto, un piadoso, un divino solitario de viejo estilo: ése necesita para ello, antes de nada, una cosa, la gran salud, una salud que no sólo se posea, sino que además se conquiste y tenga que conquistarse continuamente, pues una y otra vez se la entrega, se tiene que entregarla. Y ahora, después de que por largo tiempo hemos estado así en camino, nosotros los argonautas del ideal, más valerosos acaso de lo que es prudente, habiendo naufragado y padecido daño con mucha frecuencia, pero, como se ha dicho, más sanos que cuanto se nos querría permitir, peligrosamente sanos, permanentemente sanos, parécenos como si, en recompensa de ello, tuviésemos ante nosotros una tierra no descubierta todavía, cuyos confines nadie ha abarcado aún con su vista, un más allá de todas las anteriores tierras y rincones del ideal, un mundo tan sobremanera rico en cosas bellas, extrañas, problemáticas, terribles y divinas, que tanto nuestra curiosidad como nuestra sed de poseer están fuera de sí ¡ay, que de ahora en adelante no haya nada capaz de saciarnos! ¿Cómo podríamos nosotros, después de tales espectáculos y teniendo tal voracidad de ciencia y de conciencia, contentarnos ya con el hombre actual y su Dios? Resulta bastante molesto, pero es inevitable que nosotros miremos sus más dignas metas y esperanzas tan sólo con una seriedad difícil de mantener, y acaso ni siquiera miremos ya. Un ideal distinto corre delante de nosotros, un ideal prodigioso, seductor, lleno de peligros, hacia el cual no quisiéramos persuadir a nadie, pues a nadie concedemos fácilmente el derecho a él: el ideal de un espíritu que juega ingenuamente, es decir, sin quererlo y por una plenitud y potencialidad exuberantes, con todo lo que hasta ahora fue llamado santo, bueno, intocable, divino; un espíritu para quien lo supremo, aquello en que el pueblo encuentra con razón su medida del valor, no significa ya más que peligro, decadencia, rebajamiento, o, al menos, distracción, ceguera, olvido temporal de sí mismo; el ideal de un bienestar y de un bienquerer a la vez humanos y sobrehumanos, ideal que parecerá inhumano con bastante frecuencia, por ejemplo cuando se sitúa al lado de toda la seriedad terrena habida hasta ahora, al lado de toda la anterior solemnidad en gestos, palabras, sonidos, miradas, moral y deber, como su viviente parodia involuntaria y sólo con el cual, a pesar de todo eso, se inicia quizá la gran seriedad, se pone por vez primera el auténtico signo de interrogación, da un giro el destino del alma, avanza la aguja, comienza la tragedia.
Y dicho esto Zaratustra rompió el espejo para no ver más a la tortuga que lo estaba enfermando.

La fenomenología del Espíritu Santo
La ciencia de la experiencia de la existencia en la religión
De lo sagrado a lo profano, para lo santo
Del chaman al apóstol
Lo núminoso
Dios es una suposición; pero yo quiero que vuestro suponer no vaya más lejos que vuestra voluntad creadora. ¿Podríais vosotros crear un Dios? - ¡Pues entonces no me habléis de dioses! Mas el superhombre sí podríais crearlo. ¡Acaso no vosotros mismos, hermanos míos! Pero podríais transformaros en padres y antepasados del superhombre: ¡y sea éste vuestro mejor crear!- Dios es una suposición: mas yo quiero que vuestro suponer se mantenga dentro de los límites de lo pensable. ¿Podríais vosotros pensar un Dios? - Mas la voluntad de verdad signifique para vosotros esto, ¡que todo sea transformado en algo pensable para el hombre, visible para el hombre, sensible para el hombre! ¡Vuestros propios sentidos debéis pensarlos hasta el final! Y eso a lo que habéis dado el nombre de mundo, eso debe ser creado primero por vosotros: ¡vuestra razón, vuestra imagen, vuestra voluntad, vuestro amor deben devenir ese mundo! ¡Y, en verdad, para vuestra bienaventuranza, hombres del conocimiento! ¿Y cómo ibais a soportar la vida sin esta esperanza, vosotros los que conocéis? No os ha sido lícito estableceros por nacimiento en lo incomprensible, ni tampoco en lo irracional. Mas para revelaros totalmente mi corazón a vosotros, amigos: si hubiera dioses, ¡cómo soportaría yo el no ser Dios! Por lo tanto, no hay dioses. Es cierto que yo he sacado esa conclusión; pero ahora ella me saca a mí. - Dios es una suposición: mas ¿quién bebería todo el tormento de esa suposición sin morir? ¿Su fe le debe ser quitada al creador, y al águila su cernerse en lejanías aquilinas? Dios es un pensamiento que vuelve torcido todo lo derecho y que hace voltearse a todo lo que está de pie. ¿Cómo? ¿Estaría abolido el tiempo, y todo lo perecedero sería únicamente mentira? Pensar esto es remolino y vértigo para osamentas humanas, y hasta un vómito para el estómago: en verdad, la enfermedad mareante llamo yo a suponer tal cosa. ¡Malvadas llamo, y enemigas del hombre, a todas esas doctrinas de lo Uno y lo Lleno y lo Inmóvil y lo Saciado y lo Imperecedero! ¡Todo lo imperecedero - no es más que un símbolo! Y los poetas mienten demasiado. - De tiempo y de devenir es de lo que deben hablar los mejores símbolos; ¡una alabanza deben ser y una justificación de todo lo perecedero! Crear - ésa es la gran redención del sufrimiento, así es como se vuelve ligera la vida. Mas para que el creador exista son necesarios sufrimiento y muchas transformaciones. ¡Sí, muchos amargos morires tiene que haber en nuestra vida, creadores! De ese modo sois defensores y justificadores de todo lo perecedero. Para ser el hijo que vuelve a nacer, para ser eso el creador mismo tiene que querer ser también la parturienta y los dolores de la parturienta. En verdad, a través de cien almas he recorrido mi camino, y a través de cien cunas y dolores de parto. Muchas son las veces que me he despedido, conozco las horas finales que desgarran el corazón. Pero así lo quiere mi voluntad creadora, mi destino. O, para decíroslo con mayor honestidad: justo tal destino - es el que mi voluntad quiere. Todo lo sensible en mí sufre y se encuentra en prisiones: pero mi querer viene siempre a mí como mi liberador y portador de alegría. El querer hace libres: ésta es la verdadera doctrina acerca de la voluntad y la libertad - así os lo enseña Zaratustra. ¡No-querer-ya y no-estimar-ya y no-crear-ya! ¡Ay, que ese gran cansancio permanezca siempre alejado de mí! También en el conocer yo siento únicamente el placer de mi voluntad de engendrar y devenir; y si hay inocencia en mi conocimiento, esto ocurre porque en él hay voluntad de engendrar. Lejos de Dios y de los dioses me ha atraído esa voluntad; ¡qué habría que crear si los dioses - existiesen! Pero hacia el hombre vuelve siempre a empujarme mi ardiente voluntad de crear; así se siente impulsado el martillo hacia la piedra. ¡Ay, hombres, en la piedra dormita para mí una imagen, la imagen de mis imágenes! ¡Ay, que ella tenga que dormir en la piedra más dura, más fea! Ahora mi martillo se enfurece cruelmente contra su prisión. De la piedra saltan pedazos: ¿qué me importa?
Y de la piedra golpeada por Zaratustra  aconteció el Chaman (El que sabe)
Chaman-Kausay Zaratustra, y kausay también al que dentro de ti duerme al Profeta del árbol de la vida, Kausay entonces a los dos hombres al que exalta la vida muerta de Zaratustra y al que matara a  Zaratustra para poder ser mal allá de Zaratustra, que los dos vengan y vean la numinosidad del Señor, su misterio tremendo fascinante, el temor del señor es el principio de la sabiduría, más yo sé que tu Zaratustra enfrentaste el gran temor y lo venciste, convirtiéndote en la lado oscuro de Dios, la sombra de Dios en la tierra, que otra cosa si no es Zaratustra, a mí que se, me tomo mucho tiempo echar fuera todo temor y con el miedo que eche me expulse a mí mismo y me convertí en Dios en su enviado. ¿Pero antes preguntaba donde esta Dios? Y lo sentí, Dios está en el miedo del hombre ahí habita y mi miedo no se limita a la contingencia, yo no temo como un animal, mi temor es eterno, quieres descubrir el terror atrévete a buscar a Dios, atrévete a mirar  su rostro y su  primer rostro está en la naturaleza, en la tierra que tiembla, en el volcán que erupciona, en el relámpago que cae, en el mar que inunda, en la oscuridad de los bosques, en todo este mundo al que no puedo entender y al que temo, en todo este mundo al que me debo unir y ordenar tomando sus poderes, ¿Que soy yo ante esto, que soy yo ante el tornado, ante la montaña que cae o la lluvia que nos ahoga? Soy nada, polvo y ceniza,  entonces ante lo tremendo del misterio me humillo y adoro  ¿Cuándo fue la última vez que Zaratustra adoro? Ah claro Zaratustra se adora a sí mismo, entonces  Zaratustra se teme a si mismo oh es que ya cerraste el circulo y lograste inventar desde tu existencia tu esencia en esa cárcel a la que llamas eterno retorno, ¿Lograste religar tu esencia con tu existencia Zaratustra? Si lo lograste al igual que yo, venciste a la religión y a todos sus ritos, mitos y representaciones y esta victoria del hombre se debe celebrar, empero esta victoria es mi muerte Zaratustra y no celebro yo, celebra en el que me convertí, mira mi experiencia Zaratustra como paso de la contemplación del misterio a la total anulación de mi ser para quedar fascinado y en esa fascinación hacerme uno con lo que adoro dime como  temer ahora al volcán o a la tierra, o al fuego, o al agua si yo soy el relámpago Zaratustra, si yo soy la tierra Zaratustra, pero mi vocación es sagrada no profana, la tierra no empieza conmigo, el fuego yo no lo cree, Dios me ha probado y me ha aceptado y me he unido con la esencia del fuego, del agua, de la tierra y el aire en la eternidad, es mi espíritu Zaratustra, no mi cuerpo, es mi espíritu, vuelvo a lo eterno, exorcizo  el tiempo, una y otra vez entro en el eterno retorno del paraíso perdido de la eternidad de la conciencia, del espíritu absoluto, invoco y recreo el rito Zaratustra, el símbolo no miente, jamás ha mentido, pero como se cierra se abre y otra vez hay que hablarlo, danzarlo, dibujarlo, unirlo soy consciente que caí en el tiempo y que en el estoy perdido, odio el tiempo Zaratustra, no soy hijo de él pero tú lo amas en su devenir y en su sinsentido, en su constante entropía, tú te religas con el devenir en lo profano yo con la eternidad en lo sagrado ¿Quién está en el error? Los dos Zaratustra. Anya Abre los ojos Zaratustra te estoy revelando la ciencia de la experiencia de la existencia, ciencia que tú has partido, y  yo también, mis padre miraban al pasado los tuyos miran al futuro pero tú y yo elegimos eternos retornos, y dime Zaratustra no es acaso ¿Posible el toroide que una ambos eternos retornos en uno? Admiro a Zaratustra porque los hombres antes que tú subieron al espíritu absoluto, solo con su conciencia, en cambio Zaratustra  subió con su cuerpo yo hago que mi conciencia arrastre a mi cuerpo, tú haces que tu cuerpo arrastre a tu conciencia pero los que estaban antes que tu abandonaron el cuerpo y su conciencia   quedo en un solipsismos de locos  empero tú no estás loco eres lo más próximo a un hombre feliz que yo haya visto, tu conciencia baila junto a tus huesos, más los dos están hechos sombra recibe mi numinosidad y elige en el anya desde donde quieres mirar desde la esencia, desde la existencia o desde el espíritu que une a ambas, tu substancia es una sombra del Dios al que crees haber matado. Munay  Zaratustra lucha y guerra mira el árbol y ¿Dime quién eres?...si Zaratustra eres la sombra del árbol de la ciencia del bien y del mal, los hombres a los que creíste superar a ellos y a toda su moral son aun substancia que no llega a integrarse, mientras que  tú eres solo su sombra, terrible precio has pagado para poder vencer el miedo, ¿no me crees empieza a luchar? Yo invoco a mi toro de paz tu a tu serpiente y mira bien el veneno que inyectas con tus palabras y tu danza, el cuerpo de tu serpiente no tiene substancia a mi toro no lo puede tocar y yo invoco a mi león y mira al tuyo, tu símbolo no tiene contenido es puro artificio no hay numinosidad, ¿Que has creado Zaratustra? Todo en ti es vano, ¿Quieres aun probar tu águila con la mía? La tuya solo vuela por las sombras la mía en pleno sol y aun en la noche y que sabes luego de ángeles o demonios, que me puedes decir de fénix no es para nada una sombra que aparece y desaparece, es más bien una substancia que se niega y  retorna a sí misma, ¿Qué me puedes decir de él?, Yanque Zaratustra fuera del tiempo puede armar toda sincronicidad puedo escribir el teatro de la existencia, puedo elegir mi acontecer ¿Puedes hacer lo mismo en  tu teatro de sombras? Acontecer es distinto de aparecer y aun para aparecer tienes que tener la luz para proyectar las sombras, pero en mi numinosidad está la luz y es que mi numinosidad no es mía sino divina, mira el segundo rostro de Dios en el árbol de la vida, mira como en él el hombre hace vencer a su diligencia  toda pereza y es virtud, mira la lucha de su castidad contra toda lujuria, mira como vence su templanza toda gula, mira como su caridad en su paso a la existencia vence todo egoísmo, ves su honestidad, su sabiduría y su humildad, ¿ves el rostro de Dios? El árbol dice yo soy en ti señor, y recibe el llamado para descubrir el tercer rostro de Dios en sus animales, hasta llegar al Fénix, a la tortuga y al unicornio, pero el hombre no entiende. Iachey el rito es la base del lenguaje yo en el recreo la experiencia, yo en el no solo evoco sino que invoco traigo a la presencia a los espíritus de Dios, Iachey formula el rito Zaratustra ¿puedes? No será que sin substancia más bien es el rito el que te formula a ti,¿No será que te quedaste atrapado en el lenguaje? Dijiste no hay esencia todo es artificio, interpretación en el vacío, lucha de poder y ahora cuando te pido invoca el rito, construye la formula, el lenguaje es el que te invoca y juega contigo, venir y ved hay un cuarto rostro de Dios  que yo descubrí en el mito, escucha el llamado de tu esencia, sal de tu vana existencia, comienza enserio la aventura, descubre tu sombra eh aquí al guerrero de las cinco espadas jamás pudo ganarle pero a Zaratustra dormido lo asesino y fue ella la que camino en la tierra por Zaratustra, mira Zaratustra  mientras hay luz hay sombra pero si tu sombra anda delante de ti o anda por ti, la batalla está perdida, mira como pongo a la sombra detrás de mí, Es Dios en mi esencia que llama pero si quiero subir debo de bajar a la oscuridad profunda, pero tu danzas acá, mas no eres tu es tu sombra, mira tu alma ella paso las pruebas todas hasta la misma belleza espiritual, pero Zaratustra no era tu alma era su sombra y para ella fue fácil abrir las puertas del infierno y dejarse morir porque ya estaba muerte y su gran odio le hizo recordad su misión  y no se quedó celebrando con la juventud eterna en el mundo espiritual, no quedo atrapado en la contemplación de esta belleza fue por Dios fue por el padre, y él te probo, este es su rostro el del mostró hambriento que desea devorarte viste antes su rostro de mujer como  da vida y aniquila y ahora vez su rostro terrible de padre devorador y tu Zaratustra en vez de dejarte cocinar en la cruz te comiste al padre, no te basto matarlo en la tierra subiste al cielo para almorzártelo y retronaste a la tierra como superhombre, es decir como la sombra del hombre sin substancia, pero retornaste Zaratustra no fuiste presa de la gran nostalgia, tu si quisiste regresar yo no, yo era feliz en el estómago de Dios viendo en todo lo que existe, más él en su estómago me convirtió en Apóstol, en su enviado y volví a la tierra he aquí mi falta de fuerza y de amor  por los hombres yo solo quería estar con  Dios, si aprendiera de ti Zaratustra que solo eres una sombra, tu amor por la Tierra seria más fácil mi camino, y si tu lograras despertar al que duerme dentro de ti con la fe, al esperanza y el amor y lograr en Dios recuperar tu substancia y su esencia iniciaríamos de una vez el apocalipsis y seriamos uno Zaratustra sabiendo el bien y el mal y realmente yendo más allá , Kausay pacha Santa en ti  la tierra seria santificada con el gran poder de Dios y danzaría toda al ritmo de su creador, ya veo la tierra danzando Zaratustra, ya la veo con su vestido blanco esperando al novio para la gran boda he aquí la gran revelación de la Santa pacha la única que realmente puede vencer el eterno retorno de lo contingente y el eterno retorno de lo eterno y religarlos en uno, más allá de lo sagrado y lo profano esta lo santo en lo que perece todo rito, tomo mito , toda representación, es el final de todo sistema religioso para siempre.
Zaratustra-El concepto de revelación, en el sentido de que de repente, con indecible seguridad y finura, se deja ver, se deja oír algo, algo que lo conmueve y trastorna a uno en lo más hondo, describe sencillamente la realidad de los hechos. Se oye, no se busca; se toma, no se pregunta quién es el que da; como un rayo refulge un pensamiento, con necesidad, sin vacilación en la forma; yo no he tenido jamás que elegir. Un éxtasis cuya enorme tensión se desata a veces en un torrente de lágrimas, un éxtasis en el cual unas veces el paso se precipita involuntariamente y otras se torna lento; un completo estar-fuera-de-sí, con la clarísima consciencia de un sinnúmero de delicados temblores y estremecimientos que llegan hasta los dedos de los pies; un abismo de felicidad en que lo más doloroso y sombrío no actúa como antítesis, sino como algo condicionado, exigido, como un color necesario en medio de tal sobreabundancia de luz; un instinto de relaciones rítmicas que abarca amplios espacios de formas, la longitud, la necesidad de un ritmo amplio son casi la medida de la violencia de la inspiración, una especie de contrapeso a su presión y a su tensión. Todo acontece de manera sumamente involuntaria, pero como en una tempestad de sentimiento de libertad, de incondicionalidad, de poder, de divinidad. La involuntariedad de la imagen, del símbolo, es lo más digno de atención; no se tiene ya concepto alguno; lo que es imagen, lo que es símbolo, todo se ofrece como la expresión más cercana, más exacta, más sencilla. Parece en realidad, como si las cosas mismas seacercasen y se ofreciesen para símbolo .Aquí todas las cosas acuden acariciadoras a mi discurso y me halagan: pues quieren cabalgar sobre mi espalda. Sobre todos los símbolos cabalgo yo aquí hacia todas las verdades. Aquí se me abren de golpe las palabras y los armarios de palabras de todo ser: todo ser quiere hacerse aquí palabra, todo devenir quiere aquí aprender a hablar de mí. Ésta es mi experiencia de la inspiración; no tengo duda de que es preciso retroceder milenios atrás para encontrar a alguien que tenga derecho a decir «es también la mía.»

Es de noche: ahora hablan más fuerte todos los surtidores. Y también mi alma es un surtidor.Es de noche: sólo ahora se despiertan todas las canciones de los amantes. Y también mi alma es la canción de un amante. En mí hay algo insaciado, insaciable, que quiere hablar. En mí hay un ansia de amor que habla asimismo el lenguaje del amor. Luz soy yo: ¡ay, si fuera noche! Pero ésta es mi soledad, el estar circundado de luz.¡Ay, si yo fuese oscuro y nocturno! ¡Cómo iba a sorber los pechos de la luz!¡Y aun a vosotras iba a bendecíos, a vosotras estrellitas centelleantes y gusanos relucientes allá arriba!, y a ser dichoso por vuestros regalos de luz. Pero yo vivo dentro de mi propia luz, yo reabsorbo en mí todas las llamas que de mí salen.
No conozco la felicidad del que toma; y a menudo he soñado que robar tiene que ser aún más
dichoso que tomar. Ésta es mi pobreza, el que mi mano no descansa nunca de dar; ésta es mi envidia, el ver ojos expectantes y las despejadas noches del anhelo.¡Oh desventura de todos los que regalan! ¡Oh eclipse de mi sol! ¡Oh ansia de ansiar! ¡Ohhambre ardiente en la saciedad!
Ellos toman de mí: ¿pero toco yo siquiera su alma? Un abismo hay entre tomar y dar: el
abismo más pequeño es el más difícil de salvar.
Un hambre brota de mi belleza: daño quisiera causar a quienes ilumino, saquear quisiera a
quienes colmo de regalos: tanta es mi hambre de maldad.
Retirar la mano cuando ya otra mano se extiende hacia ella; semejante a la cascada, que
sigue vacilando en su caída: tanta es mi hambre de maldad.
Tal venganza se imagina mi plenitud; tal perfidia mana de mi soledad.
¡Mi felicidad en regalar ha muerto a fuerza de regalar, mi virtud se ha cansado de sí misma
por su sobreabundancia!
Quien siempre regala corre peligro de perder el pudor; a quien siempre distribuye fórmasele,
a fuerza de distribuir, callos en las manos y en el corazón.Mis ojos ya no se llenan de lágrimas ante la vergüenza de los que piden; mi mano se ha vuelto
demasiado dura para el temblar de manos llenas.
¿Adónde se fueron la lágrima de mi ojo y el plumón de mi corazón? ¡Oh soledad de todos los
que regalan! ¡Oh taciturnidad de todos los que brillan!
Muchos soles giran en el espacio desierto: a todo lo que es oscuro háblanle con su luz, para
mí callan. Oh, ésta es la enemistad de la luz contra lo que brilla, el recorrer despiadada sus órbitas. Injusto en lo más hondo de su corazón contra lo que brilla: frío para con los soles, así camina cada sol. Semejantes a una tempestad recorren los soles sus órbitas, ése es su caminar, siguen su voluntad inexorable, ésa es su frialdad.
¡Oh, sólo vosotros los oscuros, los nocturnos, sacáis calor de lo que brilla! ¡Oh, sólo vosotros
bebéis leche y consuelo de las ubres de la luz!
¡Ay, hielo hay a mi alrededor, mi mano se abrasa al tocar lo helado! ¡Ay, en mí hay sed, que
desfallece por vuestra sed!
Es de noche: ¡ay, que yo tenga que ser luz! ¡Y sed de lo nocturno! ¡Y soledad!
Es de noche: ahora, cual una fuente, brota de mí mi deseo, hablar es lo que deseo.
Es de noche: ahora hablan más fuerte todos los surtidores. Y también mi alma es un surtidor.
Es de noche: ahora se despiertan todas las canciones de los amantes. Y también mi alma es la
canción de un amante.

Nada igual se ha compuesto nunca, ni sentido nunca, ni su frido nunca: así sufre un dios, un Dioniso. La respuesta a este ditirambo del aislamiento solar en la luz sería Ariadna... ¡Quién sabe, excepto yo, qué es Ariadna! De todos estos enigmas nadie tuvo hasta ahora la solución, dudo que alguien viera siquiera aquí nunca enigmas. Zaratustra define en una ocasión su tarea —es también la mía— con tal rigor que no podemos equivocarnos sobre el sentido: dice sí hasta llegar a la justificación, hasta llegar incluso a la
redención de todo lo pasado.
Yo camino entre los hombres como entre los fragmentos del futuro: de aquel futuro que yo
contemplo. Y todos mis pensamientos y deseos tienden a pensar y reunir en unidad lo que es fragmento y enigma y espantoso azar.
¡Y cómo soportaría yo ser hombre si el hombre no fuese también poeta y adivinador de
enigmas y el redentor del azar!
Redimir a los que han pasado, y transformar todo «Fue» en un «Así lo quise yo» ¡sólo eso
sería para mí redención!
Lo único que para mi puede ser el hombre —no un objeto de amor y mucho menos de compasión— también la gran náusea producida por el hombre llegue a dominarla: el hombre es para mi algo informe, un simple material, una deforme piedra que necesita del escultor.
Para una tarea dionisiaca la dureza del martillo, el placer mismo de aniquilar forman parte de manera decisiva de las condiciones previas. El imperativo «¡Endureceos!», la más honda certeza de que todos los creadores son duros, es el auténtico indicio de una naturaleza dionisiaca.

Dicho esto Zaratustra destruyo al Chaman y en su lugar creo con su martillo en la piedra al guerrero.

La fenomenología del Espíritu Santo
De la  ciencia de la experiencia de la existencia en el arte
De la presencia a la representación para la creación
Las 4 dimensiones de la técnica en el arte del biotejido
Guerrero-Debes de entrenar Zaratustra, tu danza en las sombras ya no mueve las colinas, renunciaste al sentido de la meta música, solo te quedaste con el ritmo de la voluntad de poder en la naturaleza, tu eres ese ritmo en la sombras Zaratustra, y todos los impulsos en Zaratustra son vitales, pero sin esencia no conmueves a los espíritus ya ni siquiera eres una sombra que los haga reír, yo vengo a enseñarte a salir del arquetipo de la sombra en mi están las dimensiones de la técnica de todo artificio, y la primera dimensión es pre expresiva destruye tu cuerpo Zaratustra si de verdad quieres encontrar tu cuerpo, la hora de la nada, es el tiempo de la creación, pero yo no quiero que crees en esta dimensión de la técnica yo quiero que destruyas,¿ Más le será a Zaratustra posible destruir a su propia sombra? Sé que no te es posible destruir nada ni trasformar nada desde tu cárcel de eterno retorno más que las sombras en tu mundo pero ahora Zaratustra usa la técnica pre expresiva y ve al límite de la oscuridad con la luz y desaparece, niega todo movimiento , toda acción con tu cuerpo, pero solo la puedes negar si la llevas a su límite, su máximo peso, su máxima intensidad, su máxima velocidad, su máxima ligereza, su total carencia de energía, su máxima lentitud investiga su flujo libre o restringido, su dirección directa e indirecta, dilátate Zaratustra en el espacio tiempo  más allá del espacio tiempo, la clave está en el equilibrio precario ahí donde la luz y la oscuridad se tocan, da tu máximo esfuerzo para un mínimo resultado y si logras romperte o desgarrarte escucha la melodía de los espíritus entraste a la segunda dimensión del arte la metaexpresiva ¿Hace cuanto tiempo que no estás aquí Zaratustra? Te acostumbraste al ritmo  de la voluntad de poder pero la melodía de la voluntad de ser nos deja escuchar el sentimiento de la vida en su paso del ser al no ser para ser en toda la naturaleza pero sobre todo en la conciencia de los hombres, he aquí la presencia si empiezas a tararear se hará representación y la presencia se esfumara invertida en tu sonido, su esencia numinosa , bella, será aniquilada por lo que los hombres llaman arte, malditos aniquiladores del espíritu, solo una conciencia muy elevada, realmente sensible puede captar la presencia que murió en el artificio y convertirla de nuevo en vida espiritual, busco al que escucha Zaratustra, que  al que dice crear, porque el que dice crear aniquila en su ego toda presencia, en cambio el que escucha resucita la presencia que dormía en el artificio   y ahora nosotros en esta dimensión  podemos sentir la presencia del Señor, asesina pues al señor que ese es tu oficio Zaratustra, que tu arte de la venganza brille una vez más, pasa a la dimensión expresiva, desnuda al espíritu y mátalo, aniquilador de la verdad y de toda esencia con tu lenguaje muerto  intentando contener el universo hablas de tu gran inspiración, no es más que la maldad en un grado de crueldad como antes no se había visto en ti muere el hombre y muere Dios, porque tu palabra los desnuda y los descuartiza, sientes el gran poder de tu expresión, sabes que el sonido de la palabra humana todo lo que toca lo mata  y celebras y danzas en esta muerte ¿Pero que hay de aquel que llora esta muerte  Zaratustra? El que todavía contempla y escucha y sufre la muerte del espíritu su agonía en el artificio humano, he aquí la cuarta dimensión de la técnica la contemplación, he ahí el profeta del árbol de la vida que duerme en Zaratustra, el que de verdad puede crear un mundo nuevo y ver la armonía que intentaba el artista expresar y que nunca logra hacerlo ahí en él en el que escucha se revela la armonía la verdadera creación.
Este no es el camino que ha seguido el arte en el hombre, olvidaron la meta música y su impresión en la contemplación se quedaron con el artificio, y jamás entrenaron para la batalla destruyéndose, acabando con su ego en lo pre expresivo para poder escuchar, no ellos inflaron su ego en la expresión, se sintieron orgullosos de su asesinato del espíritu y de toda presencia, malditos, sombras nada más en eso se han convertido los hombres y aunque nunca se cansan de asesinar, su genocidio ya es aburrido, podrás complacerte Zaratustra tu exhibiste el cadáver de Dios y tu mataste al hombre con tu palabra, no hay artista más grande en este tiempo que Zaratustra, pero que pequeño te ves en el mundo de los Espíritus, el más vil de los asesinos, la sombra que alguna vez fue hombre y que quedo loco en su oscuridad, y si no es cierto Danza Zaratustra, otra vez tendrás el ritmo, pero la melodía está cortada, repetida una y otra vez solo es ruido en Zaratustra, y así nos engañes Zaratustra en ti no hay armonía, ni mucho menos matices  todo es igual en Zaratustra como en la muerte y si no hay música experiencia cero, ni danza, rito ¿Cómo es que hay poesía en Zaratustra?¿Cómo es que Zaratustra intuyo el mito de la muerte de Dios y del nacimiento del superhombre?  Es fácil porque el arte de Zaratustra es el de las sombras que canta a las sombras, ese que recita su liberación de la luz y que dice yo soy luz cuando solo en él hay oscuridad, porque de la luz que hablas Zaratustra es la De Dios que muere en tu poesía y la de la estrella del hombre que tiene un ocaso en tu palabra, luego oscuridad tremenda, vanagloriarte porque eres la estrella más luminosa no por ti sino por lo que has matado, luego de Zaratustra viene los ciborgs los asesinos de la tierra, ellos que con la biotecnología pretenden hacer arte y solo generan electroshocks para los muertos, acabaste con el arte Zaratustra y con toda su poesía, empero así como Dios resucita, el hombre también lo hace y su religión y su arte, ¿Vengo entonces a preconizar la resurrección de la cultura humana?, no yo vengo a decretar su muerte en la gran creación, la del árbol de la vida, Yo vencí a la religión y con mi muerte venceré al arte, que en mi convertido en evangelizador se hará vida, mira la representación en los hombres primero es simbólica y aquí  la presencia se invoca                              su numinosidad se revela, pero los hombres entienden que su lenguaje no es el correcto, que el artificio debe de mejorar y eso solo se hará apartado de la religión, he aquí el nacimiento del arte, cuando el artificio resulta ser lo más importante y mira la representación que logran, una clásica en perfecto equilibrio, la numinosidad ha sido develada en belleza, ya el hombre no se religa con la naturaleza sino que expresa su esencia en una forma perfecta, más que lejos está la esencia divina que aun brillaba en la naturaleza, pareciera que el terror ha sido superado, pero este solo se supera en el amor y los hombres están muy lejos de encontrarlo, la esencia que se devela en la representación es la del hombre sufriendo su destino en la voluntad de poder, la voluntad de ser ha quedado olvidada aun en la imagen de sus dioses. El fuego robado no alumbra solo quema y destruye la conciencia humana, el castigo de Prometeo es justo así como toda la tragedia, la siguiente representación es romántica el hombre como sujeto se cree esencia de sí mismo, cree que en él está lo absoluto  y que en él, El espíritu se encuentra así mismo, pero en su artificio solo hay vacío y la redención que dice lograr es falsa, he aquí la locura del romanticismo, que pocas mentes lucidas ha habido ahí para develar la enorme desgracia de este engaño yo me quedo con el fausto y luego la gran inversión en la representación, la representación maldita, esa que renuncia a la mentira de la esencia en el hombre y pasa a la existencia adorando todas sus flores del mal y otra vez primero va lo simbólico, pero es el símbolo de las sombras donde la palabra queda totalmente vacía, luego lo clásico donde las vanguardias experimentan con todas las posibilidades del artificio, encontrando formas clásicas apara el vacío sin esencia y luego lo conceptual que es lo romántico de la inversión de la representación maldita, donde no hay idea más que el juego del artificio con todos los medios, el mundo de las sombras aburre y difícilmente podría decir que hay arte en él, lo que viene es el Ciborg donde el artificio es expresión de su poder, en un mundo simulado que viene hacer su realidad ¿Podrá el ciborg tomar conciencia de su propia simulación?    Jamás porque sin esencia ni existencia no hay conciencia y el hombre moderno termino con la esencia y el hombre postmoderno termino con la existencia el ciborg simplemente se entretiene con el mundo virtual, donde no hay representación sino espacios tiempos simulados  uno  dentro de otro hasta el infinito, y cualquier reflexión, o curaduría solo es una palabra simulada, una simulación de la simulación, una exhibición de poder, claro de poder aparente porque en realidad no son nada.
El llamado Zaratustra es  a combatir la guerra de imaginarios contra el ciborg, tu gran arma el arte del biotejido con sus cuatro dimensiones de la técnica, un arte total que termina todo artificio llevándolo a su máximo límite en el que se supera todo arte y se devela la vida.


Zaratustra-En este nivel del conocimiento no hay más que dos caminos, el del santo y el del artista trágico: ambos tienen en común el que, aun poseyendo un conocimiento clarísimo de la nulidad de la existencia, pueden continuar viviendo sin barruntar una fisura en su visión del mundo. La náusea que causa el seguir viviendo es sentida como medio para crear, ya se trate de un crear santificador, ya de un crear artístico. Lo espantoso o lo absurdo resulta sublimador, pues sólo en apariencia es espantoso o absurdo. La fuerza dionisíaca de la transformación mágica continúa acreditándose aquí en la cumbre más elevada de esta visión  del mundo: todo lo real se disuelve en apariencia, y detrás de ésta se manifiesta la unitaria naturaleza de la voluntad, totalmente envuelta en la aureola de la sabiduría y de la verdad, en un brillo cegador. La ilusión, el delirio se encuentran en su cúspide. - Ahora ya no parecerá inconcebible el que la misma voluntad, que, en cuanto apolínea, ordenaba el mundo helénico, acogiese dentro de sí su otra forma de aparecer, la voluntad dionisíaca. La lucha entre ambas formas de aparecer la voluntad tenía una meta extraordinaria, crear una posibilidad más alta de la existencia y llegar también en ella a una glorificación más alta (mediante el arte). No era ya el arte de la apariencia, sino el arte trágico la forma de glorificación: en éste, sin embargo, queda completamente absorbido aquel arte de la apariencia. Así como el elemento dionisíaco se infiltró en la vida apolínea, así como la apariencia se estableció también aquí como límite, de igual manera el arte trágico dionisíaco no es ya la «verdad». Aquel cantar y bailar no es ya embriaguez instintiva natural: la masa coral presa de una excitación dionisíaca no es ya la masa popular poseída inconscientemente por el instinto primaveral. Ahora la verdad es simbolizada, se sirve de la apariencia, y por ello puede y tiene que utilizar también las artes de la apariencia. Pero surge una gran diferencia con respecto al arte anterior, consistente en que ahora se recurre conjuntamente a la ayuda de todos los medios artísticos de la apariencia, de tal manera que la estatua camina, las pinturas de los periactos se desplazan, unas veces es el templo y otras veces es el palacio lo que es presentado al ojo mediante esa pared posterior. Notamos, pues, al mismo tiempo, una cierta indiferencia con respecto a la apariencia, la cual tiene que renunciar aquí a sus pretensiones eternas, a sus exigencias soberanas. La apariencia ya no es gozada en modo alguno como apariencia, sino como símbolo, como signo de la verdad. De aquí la fusión - en sí misma chocante - de los medios artísticos. El indicio más claro de este desdén por la apariencia es la máscara. Al espectador se le hace, pues, la exigencia dionisíaca consistente en que a él todo se le presenta mágicamente transformado, en que él ve siempre algo más que el símbolo, en que todo el mundo visible de la escena y de la orquesta es el reino de los milagros. ¿Pero dónde está el poder que traslada al espectador a ese estado de ánimo creyente en milagros, mediante el cual ve transformadas mágicamente todas las cosas? ¿Quién vence al poder de la apariencia, y la de potencia, reduciéndola a símbolo? Es la música.
 En el ditirambo dionisíaco, en cambio, el exaltado dionisíaco es excitado hasta la intensificación suprema de todas sus capacidades simbólicas: algo jamás sentido aspira a expresarse, el aniquilamiento de la individuación, la unidad en el genio dula especie, más aún, de la naturaleza. Ahora la esencia de la naturaleza va a expresarse: resulta necesario un nuevo mundo de símbolos, las representaciones concomitantes llegan hasta el símbolo en las imágenes de una humanidad intensificada, son representadas con la máxima energía física por el simbolismo corporal entero, por el gesto del baile. Pero también el mundo de la voluntad demanda una expresión simbólica nunca oída, las potencias de la armonía, del dinamismo, del ritmo crecen de súbito impetuosamente. Repartida entre ambos mundos, también la poesía alcanza una esfera nueva: a la vez sensibilidad de la imagen, como en la epopeya, y embriaguez sentimental del sonido, como en la lírica. Para aprehender este desencadenamiento global de todas las fuerzas simbólicas se precisa la misma intensificación del ser que creó ese desencadenamiento: el servidor ditirámbico de Dionisos es comprendido únicamente por sus iguales. Por ello, todo este nuevo mundo artístico, en su extraña, seductora milagrosidad va rodando entre luchas terribles a través de la Grecia apolínea. Del mundo moderno romántico   y aun de la artificialidad vacía del mundo postmoderno, una sombra no puede sufrir tal intensidad, mírame bailar y mira como todo baila conmigo.                
Guerrero-Yo escojo el camino del Santo Zaratustra, conozco la nulidad de la existencia, separada de la numinosidad divina, pero conozco también la integración de mi existencia a esa numinosidad a esa presencia, el final de todo artificio en el evangelio, y no es mi cuerpo el que alcanza la intensidad dionisiaca en un terrible esfuerzo, es mi espíritu el que se la demanda y a él El Espíritu Santo que religa yo lleve mi cuerpo a esa máxima intensidad y desagarrándome morí y él me resucito no vengo a ponerte una máscara vengo a sacarte la última,¿ Qué es Zaratustra? ¿Un cómico, un espíritu atrapado en la voluntad de poder y riéndose de ella, de su propio ridículo en el mundo, y de todos los seres ridículos que lo habitan para sí poder integrarse con su conciencia en un final feliz de apariencia?, ¿Qué es Zaratustra un hombre trágico víctima de su voluntad de poder sufriendo el destino del deseo existencial cuando es confrontado por  su conciencia? No Zaratustra es  un ser tragicómico, consciente de su tragedia la ha aceptado y se ha reído de ella y es más la ha predicado a los hombres como la única verdad, si puedes danzar es porque aun en Zaratustra el espíritu agoniza, el dolor de Zaratustra es terrible quien podrá soportarlo, no eres un sombra que ríe sin desgarrarse, dentro del abismo negro de Zaratustra está la posibilidad de ser estrella, no son solo las estrellas las que hacen agujeros negros, son los  grandes agujeros negros los que hacen nacer las estrellas con toda su galaxia, y dentro de Zaratustra hay una última creación de la galaxia de la vida, todo en Zaratustra sufre, por eso retrocedo a ti, porque en el futuro por más que los cuerpos lleguen a la intensidad y se quiebren no expresan nada, ese dolor con tanto cinismo desapareció, esa luz que se agita en ti ya no está en el mundo, ven Zaratustra ven a pelar la guerra, para ti está escrita no una comedia, ni una tragedia sino una biodramaturgia es el evangelio y la revolución integrándose en la revelación ,en el apocalipsis, el final de todos los artificios, la alteración de todo el teatro del mundo, la grieta en la red del Ciborg eso es el nuevo Zaratustra. El bien aventurado que trae la justicia de Dios a este mundo y que sacia la sed  de todos los que en esa promesa esperaron beber del agua viva de Dios.
Zaratustra-Con el máximo dolor que solo un demonio debajo de un árbol pudo causarme te destruyo evangelizador así como tú destruiste todo arte, dejando al hombre sin posibilidad de Expresión, se lo que quieres que Dios haga de nuestro cuerpo su verbo, que este dolor en Zaratustra se tan intenso que no quede otra cosa que matar a Zaratustra, no yo prefiero matar al evangelizador con el artificio de mi martillo en la roca  y dicho esto Zaratustra hizo pedazos al guerrero, pero la piedra ya sin el martillo de Zaratustra por si sola toma la forma del profeta, aquel que es uno con Dios.              

La fenomenología del Espíritu Santo
La Ciencia de la experiencia de la existencia en la filosofía
De la esencia a la existencia para la conciencia
La filosofía realista
Profeta-Qué sucedería Zaratustra si un día, o una noche, un Demonio te fuese siguiendo hasta adentrarse subrepticiamente en tu más solitaria soledad y te dijese: «Esta vida, tal y como tú ahora la vives y la has vivido, No tienes que vivirla una vez más ni incontables veces más; y habrá otra vida nueva, todo dolor y todo placer, y todo pensamiento y suspiro, y todo lo indeciblemente pequeño y grande de tu vida tiene que volver a ti purificado por el perdón en una nueva vida eterna, y todo orden y secuencia, e igualmente esta araña y esta luz de luna entre los árboles, e igualmente este instante y yo mismo superados. Al eterno reloj de arena de la existencia se le dejara de dar la vuelta una vez y otra, ¡y a ti con él, polvillo del polvo!». ¿No te arrojarías al suelo y harías rechinar tus dientes y maldecirías al Demonio que hablase así? ¿O acaso has experimentado alguna vez un instante enorme en el que le respondieses: «¡eres un mensajero de Dios y nunca he oído nada más divino!»? Si aquel pensamiento cobrase poder sobre ti, transformaría al que ahora eres y quizá te despedazaría; la pregunta «¿quieres esto una vez más, e incontables veces más o te atreves a superarlo?», referida a todo y a todos, ¡gravitaría sobre tu actuar con el peso más abrumador! Pues ¿cómo podrías llegar a ver la vida, y a ti mismo, con tan buenos ojos que no deseases otra cosa que esa confirmación y ese sello últimos y eternos? Yo soy ese demonio Zaratustra y es hora de que conozcas el reloj de la existencia y sus tres vueltas.
La primera vuelta es la de las esencias o la vuelta del Padre
Lo entendiste en la religión cuando te hablo el chamán de toda la cosmovisión sagrada de la religión y sus tres etapas: la religión natural, la religión sagrada y la religión revelada, culminando todo proceso religioso en la venida de Jesucristo, la encarnación del verbo, lo entendiste cuando te hablo el guerrero del proceso artístico y su representación, primero centrado en la presencia en la representación simbólica, para luego pasar a un representación clásica que es donde nace realmente el arte y podemos a hacer una crítica estética a la forma, toda forma al igual que la música tiene un ritmo, una melodía, una armonía integrando todas las melodías y ritmos y matices de intensidad, velocidad, flujo, peso, dirección, etc. Para al final en el imperio romano pasar al artificio, el cual solo busca llamar la atención o provocar algo, es triste porque en la última etapa el hombre debería poder expresar la creación, pero el artificio queda vacío y no integra la esencia con la existencia, la presencia con todas sus representaciones superándolas, mas con la venida del salvador todo arte queda superado por la vida en el evangelio.
Ahora pensemos el proceso filosófico y para hacerlo lo correcto es empezar con esta oración:
Padre celestial y Señor bendito, Santo Dios venga a nosotros tu reino y en el concédenos que nos tornemos bellos en nuestro interior y que todas las cosas que existen fuera se encuentren en armonía con las de dentro. Que pueda considerar rico al sabio y que pueda tener una cantidad de oro tal, que no podamos tomar ni llevarnos, a menos que seamos temperantes" En el nombre de tu Hijo amado que vive en nosotros Amen.
Mirad las etapas del espíritu y sus procesos de conciencia El espíritu subjetivo con la conciencia y la autoconciencia, el Espíritu objetivo que tiene en el estado y la ley su máxima creación como síntesis de la infraestructura los procesos de producción y la superestructura la formación de las ideas, en la estructura de una constitución, y el Espíritu absoluto, absoluto quiere decir absuelto, libre, solo hay libertad en el espíritu absoluto, la libertad negativa del espíritu subjetivo no es real libertad, la libertad positiva del espíritu objetivo no es real libertad, de hecho ninguna de ellas se logra no hay sujeto que no es te sujetado y no hay objeto que no esté instrumentalizado , el sí mismo solo se logra en el absoluto donde el espíritu se conoce a sí mismo y se integra, más en el hombre esto no es posible, la cuarta etapa es la del espíritu revelado, en la que el subjetivo logra su valoración , en el que el objetivo logra la justicia y en el que el espíritu absoluto logra su integración, miremos ahora desde aquí, el camino de la filosofía en la esencias.
La conciencia trata de buscar el arché el fundamento de la realidad, el principio organizador ahí están los filósofos presocráticos a los que tu tanto admiras, los hombres de un solo bloque, Tales, Anaxímenes, Anaximandro con el agua, el apeiron, el aire apeiron pero la conciencia no puede llegar más allá de lo que llegaron Heráclito y Parménides, uno develando el principio del devenir en el logos y su dialéctica y el otro logrando la concepción del ser.
La autoconciencia ya está en Pitágoras, y en un pluralista como Anaxágoras, pero es en Platón que el hombre llega a tomar conciencia de su alma, concupiscente, pasional, racional y de su esencia en el bien, en su modelo, arquetipo, idea eterna, de la que el hombre solo logra una mediana representación. El conócete a ti mismo esta de alguna manera logrado en Platón pero es Sócrates su maestro el que revela al hombre integrado desde su autoconciencia con su esencia.
El espíritu objetivo Esta logrado en Aristóteles el padre de todas las ciencias y el entenderá que cada ser tiene su substancia y que tiene como composición la materia y la forma y partir de esto entrara en el estudio objetivo de todo lo que existe desde su ciencia primera la que mal llamamos metafísica.
El espíritu absoluto se dará en la cultura helenística, mas ni Aristóteles ni Platón lograron el estado perfecto y su justicia, huyendo del ideal de la polis, los Estoicos, Cínicos, Escépticos, Epicúreos, y Neoplatónicos intentarán su integración absoluto al logos o a lo Uno, sin poder lograrlo, quizás el Espíritu libre, absuelto de toda subjetividad y objetividad sea Diógenes, el problema es que el renuncia a su esencia para lograr el absoluto.
Es en Jesucristo que el espíritu Absoluto se revela.
Y he aquí el reloj de la existencia se da la vuelta, y ya no estamos en la etapa de las esencias eternas sino de la contingencia de nuestra propia existencia pero esto le costó mucho a los hombres entender quizás la mejor manera de encarar esta realidad este en las confesiones de San Agustín, el problema es que el reino de Dios no se devela y los hombre quedan atrapados en la contemplación de la esencia del padre develada por el hijo, para que el hombre vuelva a la existencia será muy difícil y cuando vuelva lejos de vivirla libremente en Cristo la intentara objetivar para dominarla.
Miremos en la religión aquí se da la vuelta hacia lo profano, con lo que luchara terriblemente la iglesia más será una lucha perdida el hombre entenderá que él es el que crea a Dios y terminara matándolo, Luego en una religión artística profana terminara matando al hombre, para terminar matando a la naturaleza, en este mundo de simulación que construye el cyborg.
En el arte después de Cristo tenemos la representación simbólica, que está cargada conceptualmente por la idea de Dios que nos revela el cristianismo y su reflexión, esto llega hasta lo gótico, luego tendremos la representación clásica en el renacimiento para terminar en la representación artificial del romanticismo donde el sujeto se cree el absoluto integrándose con su propio ideal de libertad, vanidad de vanidades.
En la filosofía se empieza con la conciencia tratando de objetivar el mundo y preguntándose en que se basa nuestro conocimiento, el problema de los universales, esta ya es una conciencia diferente que se pregunta por ella misma y su fundamento si la primera filosofía fue de las esencias terminando con la metafísica la segunda es una filosofía gnoseología preguntando por los fundamentos de la propia conciencia y poco a poco ella dejara de lado los fundamentos de las ideas, de los arquetipos, de los modelos que nos ayudan a la comprensión, y se quedaran con la experiencia ahí está la navaja de Ockam, mas ambas cosas son importantes en nuestro proceso de conocimiento y pasaremos a la autoconciencia con Descartes.
Pienso luego existo Cogito ergo sum, de pronto la subjetividad viene hacer la base de toda la realidad, esto abrirá un debate entre los empiristas y los racionalistas que solo será resuelto en el espíritu objetivo en Kant.
Kant es el nuevo Aristóteles y así como Aristóteles es el padre de todas las ciencias, Kant es el padrastro el cual mato a Aristóteles y a toda su metafísica, diciéndonos que la posibilidad de conocer el ser no es humana, la cosa en si jamás será conocida el hombre en Kant está condenado al mundo de las apariencias.
El espíritu absoluto se realiza con Hegel aquí acaba toda la filosofía de la razón, aquí el sujeto se encuentra a sí mismo, en el vacío del sujeto, ya que este se ha quedado sin esencias y no ha logrado realizar una existencia libre, la objetivación de este espíritu absoluto en el estado solo puede mostrar a la voluntad de poder y no al espíritu.
He aquí la tercera a vuelta del reloj de la existencia la vuelta del Espíritu Santo
La religión está superada en el cyborg el cual vive en la simulación del rito y del mito.
El arte queda convertido en artificio vacío, tenemos lo simbólico en los poetas malditos que tiene conciencia de la perdición humana y le cantan a ella, tenemos las formas en las vanguardias lo clásico se logra en el cubismo de Picasso y en el arte conceptual que deviene del dadaísmo el artificio vacuo que solo busca llamar la atención, miles de ideas que son apropiadas por la publicidad y la sociedad de consumo para crear artificios con todos los medios y provocar algo, entretenimiento sofisticado, que termina con la representación y nos encierra en el mundo simulado de la información.
En la filosofía Marx toma conciencia y va la materia y critica el absoluto injusto de Hegel, e intenta la integración con la materia a partir de la superación de la lucha de clases, claro que en un proceso violento que fracasa, tu Zaratustra vas a la autoconciencia y te religas con la voluntad de poder que es la base de todo el proceso material y por último en Heidegger se toma conciencia de la existencia y se la integra en el lenguaje, mas es un lenguaje vacío, ya desde de ti estaba claro la única integración es en el discurso y en el no hay verdad solo voluntad de poder , tenemos que crear nuestro discurso nuestro meta relato y empoderarnos eso es lo que grita el hombre postmoderno y en su discurso el hombre se recrea como quiere construyendo su género, su mundo, su universo, particular en medio de las más despiadada sociedad global capitalista, al final el lenguaje que se impondrá cera el del Cyborg el cual le debe algo a la filosofía analítica la que destruyo todo intento metafísico de integración. El cyborg espera lograr su inteligencia artificial su biotecnología para revelar su estructura, el estado global del cyborg, El hombre rediseñado como una bestia maquina sin conciencia, ni esencia ni existencia.
Aquí estamos Zaratustra ya es la hora de que la Esencia se integre con la existencia para lograr una conciencia humana y santa que pueda revelar el ser.




Zaratustra-Lo que temo no es la horrible forma detrás de mi silla, sino su voz. Y no tanto las palabras, sino más bien las terribles, inarticuladas y el tono inhumano de esa forma. Si solo hablara como personas ¡hablar! Df´sdfk´ñof ófkófk´kfakflñsakfsñdfk´fksdlñfksdlñ ´fñlksd´fñlk´fñ ´flñdkfñ´sdlfk fkofkffko´séokff óefkeo fk kokfokfokfkpoe ´pfokoef k¿Puede haber redención si hay justicia eterna?  Ay l piedra era ya no puede ser movida : todos los castigos deben ser también eternos, ninguna acción pude ser aniquilada¿cmo pude ser deshecha mediante un castigo? Esto, esto es lo que es eterno en el castigo llamdo existencia , a saber que la existencia debe convertirse en acción y culpa.A menos que la voluntad se autoredimiera al fin y el querer se tornra noq uererkdfádfklásdfñk´ñfkl´lñkf´fdñlyo os aparte de estas fabulas, el querer es un creador, todo era es un fragmento un enigma, un espantoso azar , hasta quela voluntad creadora llego a decir; pero asi lo quise yo, asi loquiro yo, así lo he de querer, en cada hora empieza el ser, al bola allí , se enrolla en cada qui, el centro esta por doquier, la senda de la eternidad es curvadflñkadflñkdflñoh Zaratustra, sagten darauf die thiere, solchen, die denken wie wir, tanzen alle dinge selber: das kommt und reicht sich die hand und lacht und fleht-und kommt zuruckasd´fkas´dflñkas´fñk´sdflñin jedem un beginnt das seindfñvkfñdvklfdñlvlkhe hecho rodar al hombre cuesta abajo por una pendiente cada vez mas aprisa alejándose del centro de tu Dios,hacia el vacio,ahora este vacio lo es todo , pero lo que el alma del hombre conoce como caos, elcuerpo del hombre, que será pronto emic uerpo y de de tods los demoniossdkfjdfklo conece como felicidadñ´sdfk´ñsdfuna nueva fe afirmadora gozo con la realidad desnuda.la fe de las sombras goza ,desendo todas las cosas y las desea eternamente idénticas en su muerte. Al disolver el aquí ye l alla de las cosas el orden de la naturaleza se convierte ne la danza del no ser, debido a que la afirmcion de la muerte, de esta muerte profunda infernal, resucita la simple inmediatez de la destrucción del ser, comn la parición de esta inmediatez desaparece todo sentido, los opuestos se fusionan el aquí y el allí de deshacen en una misma destrucciiónf´dkf´dofkd´fdflsdfáyo la sombra de zaratustra penetro las calles de ninguna parte y el campo abierto del vaciofdkdfñlvjdflñkvjdfñhe vaciadoa zaratustra su mente es un espejo , zaratustra no anticipa los acontecimientos nise enfrenta a ellos, responde pero sin retenr, asi es como puede dominar las cosas y no lastimarsedskfdlksfjno ya nada de zaratustra en zaratustrañsdka´deja  de tratas de invocar alguna luz en la oscuridadd´lkfdlfkdlñfkel es nuestrosdlñffkel esta mas alla del reloj de  la existenciadfjñsdfkjdecidio vivir como sombradsalñfdslafjdflkdsjfasi lo harán también los hombresdf´dsfksdñfkdfkdflñno haymas dolor en zaratustraasdñdkfdlñfkñldñfkno hay mas enfermedasdñfkádfklñ´dfklñel dolor nos dice que nos vayamosdksdfñklpeor la alegría desea nuestra eternidaddñ´fkdñlsfky en ella no hay logosdfkñdlkfdno hay orden ni sentidodlñfkdfklñ,la alegría no desea herederos, no desa hijos, la alegría se desa a si misma, desea la eternidad el retorno desea que todo vuelva a ser lo mismofdfjklñsdkfjñasdlkfjjdñsk ie ei dkfjhe aquí la afirmaciond ela existenciaen eterno retorno de todas las cosasdlñfdfdsñlfese reterno idéntico de las sombrasfñ´dkf´ñfklsdf,d ejad el cuerpo desnudo y vacioasñDios debe ser aseninado una vez masdkldfdnos partamos de su luz y de su dolorfsdlñkfldkldñfkrumm is der pfad der ewigkeitdlfkñásdfkñ´dfkl.
Profeta-Oh Zaratustra Si Dios permitió que fueras una sombra, es para que vencieras a todas las sombras del hombre, en tu gran sinceridad has conocido el mal y su eterno retorno, mas tu destino es ir más allá del bien y del mal y lograr ser por fin en el árbol de la vida. Tienes unos ojos, unas manos y una boca predestinada para bendecir desde toda la eternidad. Nadie bendice solo con las manos. En ti aunque deseas ser el más impío, yo percibo un oculto, santo y agradable aroma de incontables bendiciones, esto me causa gozo y pesar.
Cuan cruel has sido contigo mismo Zaratustra sacrificaste todo consuelo, toda esperanza, toda fe en el alguna armonía invisible, en una beatitud y en una justicia futura, sacrificaste a Dios mismo en ti, pero hoy  ese Dios que está en ti quema Zaratustra, que este sea tu último acto cruel déjalo quemarte   con el poder de Su Espíritu Santo, déjalo purificarte de toda maldad, Abaddon el destructor te hizo conocer el abismo, es hora de emerger de él ya sabes tú cual es el plan de los demonios, sabes que convertirán a los hombres en sombras, sabes de la mentira del superhombre, déjame enseñarte como  romper el huevo del eterno retorno en el que has quedado atrapado, déjame enseñarte la ciencia del ser amado Zaratustra si soy ahora tu demonio déjame ser tu ángel pastor, clava tu martillo en el corazón de tu sombra, ella te llevo a la cueva e hizo que el león de la oscuridad te tragara pero tu estas aun ahí Zaratustra, y Dios está contigo jamás te abandono. Oh Padre amado, Señor santo tu que estas en el infierno con los hombres y vives sin romperte su segunda muerte  muéstrale  tu celo y tu pleno poderío, la conmoción de tus entrañas, y tu misericordia A Zaratustra porque yo sé que a nadie se las has restringido, Tu oh Yahvé, eres nuestro Padre. Nuestro salvador, nuestro santificador de mucho tiempo atrás es tu nombre. ¿Por qué  oh Yahvé, sigues haciendo que Zaratustra se aparte  de tus caminos? ¿Por qué endureces su corazón contra el temor de ti? Vuélvete por causa de tus hijos, los hijos de tu posesión hereditaria. Por un ratito Zaratustra tuvo conciencia de ti. Pero luego Nuestros propios adversarios han pisado duro tu santuario en él .Mucho tiempo hace que Zaratustra está en el no ser y su abismo  como aquellos sobre quienes no gobernaste, como aquellos sobre quienes no se había llamado tu nombre. “¡Oh, que yo sé porque tú me lo revelaste que en Zaratustra tu rasgaras la tierra, que harás subir al infierno, que a causa de ti las montañas mismas se estremecerán, como cuando un fuego enciende la maleza, y el fuego hace hervir el agua misma, a fin de dar a conocer tu nombre a tus adversarios, para que a causa de ti se agiten las naciones!”  “Desde tiempo muy remoto ninguno ha oído, ni nadie ha prestado oído, ni ningún ojo mismo ha visto a un Dios, fuera de ti, que obre a favor del que se mantiene en expectación de él. Has salido al encuentro del que se alboroza y hace justicia, los que siguen acordándose de ti en tus propios caminos.  ¡Mira! Tú mismo te indignaste, mientras nosotros seguimos pecando y ¿se nos debería salvar?

 Llegamos a ser como alguien inmundo, todos nosotros, y todos nuestros actos de justicia son como una prenda de vestir para períodos de menstruación; y nos marchitaremos como follaje, todos nosotros, y nuestros errores mismos nos llevarán justamente como un viento .No hay nadie que invoque tu nombre, nadie que se despierte para asirse de ti; pues has ocultado tu rostro de nosotros, y haces que nos derritamos por el poder de nuestro error. Ahora, oh Yahvé, tú eres nuestro Padre. Nosotros somos el barro, y tú eres nuestro Alfarero; y todos somos la obra de tu mano. No estés indignado, oh Yahvé, hasta el extremo, y no te acuerdes para siempre de nuestro error. Mira, ahora, por favor: todos somos hijos  tuyos en Cristo Jesús nuestro señor, Tus propias almas santas han llegado a ser un desierto. El espíritu  mismo en el hombre ha llegado a ser un verdadero desierto; la humanidad, un yermo desolado. Nuestro cuerpo que espera la promesa de santidad y hermosura, en el cual nuestros antepasados clamaron a ti, ha llegado a ser profanado algo para ser quemado en el fuego; y cada una de nuestras cosas deseables ha llegado a ser una devastación. Ante estas cosas, ¿continuarás conteniéndote, oh Yahvé? ¿Te quedarás callado y dejarás que se nos aflija hasta el extremo?

Zaratustra el crucificado-…Yahvé es mi pastor y dicho esto Zaratustra clavo una estaca con su martillo en el corazón de su sombra y el profeta quedo convertido en un pastor para guiar a Zaratustra en la ciencia del ser.   







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